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La Junta autoriza el polo de formación laboral de la torre de Agrónomos de Córdoba
Comunica a la UCO que no ejercerá el derecho de reversión del inmueble
La Junta de Andalucía ha emitido el documento administrativo que permitirá a la Universidad de Córdoba firmar el contrato con la empresa Gestión de Espacios Circulares (una empresa ligada al grupo inmobiliario Barin), lo que libera a su vez más de veinte millones de euros de inversión para un polo formativo que dirigirá la Fundación Albor . Acaba una larga espera por parte de la Universidad y la empresa adjudicataria que ha aguardado diez meses como consecuencia del parón administrativo de todas las instancias oficiales durante el estado de alarma y las gestiones suscitadas en el propio seno de la Administración autonómica. Lo que enuncia el proyecto es algo parecido a lo que fue la Universidad Laboral aunque desarrollada exclusivamente por dinero privado .
La Torre de Agrónomos es una propiedad de la Junta de Andalucía que estaba en manos de la Universidad de Córdoba. La Administración autonómica nunca tuvo intenciones de usar las instalaciones pero mantenía lo que se conoce como derecho de reversión. La posibilidad de pedir que se integrase en su patrimonio en el caso de que quien lo estaba utilizando dejase de hacerlo. Varios rectores de la Universidad de Córdoba se han preguntado qué podían hacer con Agrónomos, un edificio catalogado por su valor arquitectónico pero que ya no tenía funciones docentes desde el punto de vista universitario.
Y han sido varios los novios que le han salido al principal ejemplo de brutalismo (por la traducción francesa de hormigón, «beton-brut») arquitectónico que ha quedado en Córdoba, que desarrolló Fernando Moreno Barberá , arquitecto que firmó, entre otros proyectos, la también cerrada central térmica de Puente Nuevo y todos sus inmuebles auxiliares. El edificio universitario aparece en todos los catálogos de arquitectura contemporánea como elemento destacable de lo que es preciso conservar aunque no tenga el rango de edificio histórico.
La última reunión de la Universidad de Córdoba con el objetivo de promover la licitación pública del proyecto fue a mediados del mes de diciembre del año pasado. La UCO necesitaba el visto bueno de la Junta en dos aspectos. En primer lugar, que la Consejería de Cultura diese su visto bueno al plan de obras que ha diseñado el arquitecto Rafael Castelló . En segunda instancia, que la Junta acreditase por escrito que no tiene ninguna intención de reclamar ahora o en el futuro la propiedad de un edificio que lleva años abandonado.
La Junta emitió rápido el permiso cultural asegurando que la recuperación de la Torre de Agrónomos para el uso docente (la torre propiamente dicha será el lugar donde se impartan las clases) es muy positivo para el patrimonio arquitectónico. Sin embargo, existía un debate interno en la Junta sobre quién tenía que tomar la decisión sobre la materia. La Consejería de Hacienda es la que tiene las competencias sobre el patrimonio material de la Administración. La de Economía es la que tiene los poderes sobre el sistema público de universidades andaluzas. La primera está en manos del PP y la segunda, de Cs. Ambas aseguraban poder decidir sobre la materia concreta.
La decisión final la tomaron los abogados de la Junta de Andalucía a los que se le pidió un dictamen aclaratorio. Un informe jurídico fue el que delimitó las competencias de uno y otro. De tal forma que, a día de ayer, el delegado del Gobierno, Antonio Repullo , daba el asunto por tramitado y superado. El miércoles, el consejero de Hacienda, Juan Bravo , estuvo en una reunión con dirigentes de la Universidad de Córdoba y el propio delegado del Gobierno. El jueves salía de los registros autonómicos el papel con el permiso administrativo.
La Universidad de Córdoba reconocía que el asunto estaba ya en vías de solución (en ese momento, no se había recibido la notificación del documento administrativo) y también que el asunto se ha hecho eterno . La UCO tiene intereses directos porque, desde que firme el contrato, percibirá una cantidad por alquiler que, a lo largo de todo el contrato, suman unos siete millones de euros. Son cuarenta años de contrato con alguna posible prórroga.
El vicerrector de Infraestructuras, Antonio Cubero, no lo reduce a un exclusivo asunto de dinero. «Creo que la torre de Agrónomos podría tener un buen impacto para la ciudad», explica. El proyecto de la torre de Agrónomos no se ciñe a la torre donde se impartirán 30 especialidades de Formación Profesional. Se ha previsto la creación de una residencia de estudiantes, un centro sociosanitario (de mayores, y que podría servir para hacer prácticas) y un equipamiento deportivo dotado de piscina y pistas de pádel (la infografía de la azotea se puede ver en estas páginas). De hecho, el plan básico de explotación asegura que primero se pondrán los edificios anexos y en una fase posterior se rehabilitará Agrónomos como una técnica para garantizar que el conjunto sea sostenible.
Cubero explicó que para muchos miembros de la Universidad de Córdoba como él mismo (estudió en la antigua Escuela de Agrónomos) el desarrollo de este proyecto constituye un reto casi sentimental por la relación que tienen con el edificio. La UCO realizó el traslado a Rabanales de la Etsiam hace ahora una década. Una decisión que no tuvo exactamente consenso entre la comunidad universitaria. Cerrada la opción de convertirla en hospital privado por el concurso de acreedores de Prasa , la alternativa de convertirlo en un polo para la enseñanza reglada de Formación Profesional apareció como la más apeticible. El concurso realizó con dos ofertas aunque una de las cuales fue desestimada. Diez meses después de que se realizara la propuesta firme de adjudicación, la Universidad de Córdoba ya puede llamar al adjudicatario para firmar la documentación definitiva.