TRIBUNALES
Juicio Baños de Popea: «Llevo tres años preguntándome por qué no oí un grito, algo extraño»
El Juzgado de lo Penal número 4 arranca el juicio contra dos profesores que se enfrentan a 4 años de cárcel por el ahogamiento de un alumno en mayo de 2018
El profesor del IES Colonial de Fuente Palmera (Córdoba) que organizó la actividad de espeleología con una empresa de multiaventura ha declarado este martes en el juicio por la muerte del menor Juan David el 29 mayo de 2018 en una poza de los Baños de Popea que «no vio que el menor nadara torpemente».
Sin embargo, en su declaración en la sala este profesor ha reconocido que al visionar el video que él mismo grabó con su móvil cuando Juan David se bañaba junto a cuatro compañeros, más tarde al echarlo en falta, « el corazón le dio un vuelco ».
A preguntas de la acusación, el profesor ha defendido que «si hubiera oído un manotazo en el agua, reacciono; no estoy haciendo otra cosa que vigilarles, no me moví de ahí junto con mi compañera del instituto». «Llevo tres años preguntándome por qué no oí nada, un grito, algo extraño», ha reiterado el acusado.
La sala del Juzgado de lo Penal número 4 de Córdoba ha enmudecido cuando a petición de la acusación particular se mostró el video grabado por este profesor acusado de homicidio por imprudencia en el que se muestran las últimas imágenes de Juan David cuando manoteaba y se sumergió hasta en dos ocasiones en la poza antes de perder la vida.
El profesor de Educación Física acusado de homicidio imprudente ha declarado que vio «salir nadando a Juan David de la cueva tras la actividad de espeleología, pero allí nadie podía nadar con fluidez , nadamos suave, a perrito, para que no se mojara la linterna frontal».
Según este acusado, la grabación que hizo de ese grupo de cinco niños nadando en la poza junto a Juan David lo hizo por gusto, «sin saber lo que estaba pasando», y ha asegurado que «en una excursión de chavales los gritos vienen de todos lados pero no notó nada en ese momento».
El profesor ha defendido ante la jueza que ningún niño le comunicó que hubiera ocurrido algo, sólo una vez en el recuento junto al autobús, vieron la mochila de Juan David pero que él faltaba .
Según este docente, Juan David, que tenía 13 años, era un niño callado, que había llegado el año anterior al instituto y no se había terminado de integrar, era cariñoso, educado y respetuoso .
Un detalle en el que ha hecho hincapié la defensa fue el hecho de que pese el profesor de gimnasia grabó muchos saltos de los niños e hizo ese día muchas fotografías, cuando detectaron que había desaparecido Juan David, el vídeo que le enseñó a la Guardia Civil fue en el que se le veía manotear .
Este profesor ha admitido ante la jueza que «a lo mejor nuestro fallo fue no darnos cuenta ». En este caso, nadie le mostró, ha asegurado, «que esa zona era peligrosa, o hubiera algún cartel de prohibido el baño».
«No vi el peligro por ningún lado»
«No vi el peligro sinceramente por ningún lado» , ha declarado este profesor acusado, con unas palabras que también utilizó la segunda profesora acusada por estos mismos hechos.
Esta segunda encartada profesora de Inglés, que no participó en la actividad de la cueva, ha declarado que acudió a la excursión porque era tutora de uno de los dos cursos de la ESO que participaban en este plan.
En su defensa, esta profesora ha asegurado a la jueza en la sala: «Estuve vigilando, pero por desgracia no vi absolutamente nada ».
A preguntas de la acusación particular a esta docente sobre si creía que debieron ser más cuidadosos, la profesora ha defendido que «desconocía la existencia de la poza» , aunque reconoce que sabía que «los niños no hacían pie».
Esta profesora ha declarado ante la jueza titular del Penal 4 que ningún alumno le advirtió de que algo de lo que había ocurrido hasta las 7 de la tarde. Sólo una vez en el recuento cuando se disponían a regresar a Fuente Palmera era cuando arriba junto al autobús el compañero de Juan David le dijo: «maestra, yo lo escuché decir que se ahogaba pero no lo dije porque yo creía que era broma».
«A mi hijo lo dejaron morir en una poza»
En la sala, la madre de Juan David ha declarado que autorizó la excursión y firmó la autorización para que su hijo participara primero de un día a Los Villares y luego a Baños de Popea, «pero siempre pensando que los Baños de Popea es lo que está en las fotos y no cubriría a su hijo ».
Las palabras más estremecedoras han sido cuando la madre del menor fallecido ha dicho rotundamente en la sala: «A mi hijo lo dejaron morir en una poza , (Cueva del Fato) nadie me dijo que hubiera poza, sino que estaba en un sitio que como mucho podría tener un corte en un pie».
En esta misma línea, la madre de este alumno ha declarado que «nunca lo hubiera dejado ir a ese lugar porque no tenía esa destreza de nadar , chapoteaba hasta donde daba pie. Ni siquiera le hubiera dejado meterse en esa poza aunque yo misma hubiera estado ahí».
El testimonio de la madre rota de dolor en la sala ha reiterado que confiaba en la excursión porque tenía el chaleco, tenía la seguridad, el neopreno e iba con monitores, pero no lo autorizó «a que se bañara solo en una poza sin esas medidas de seguridad y no acompañado».
Monitores que no eran tales
Por su parte, los testimonios de los cuatro monitores que acompañaban ese dia a los 34 menores junto al responsable de la empresa de aventuras no han logrado clarificar el relato de los hechos, excepto que ninguno de ellos era personal cualificado, para muchos de ellos era la primera vez que acudían a los Baños de Popea y que no tenían ninguna tarea encomendada salvo acompañar al jefe de la empresa de multiavenutra que les ofreció ir con ellos «por amistad».
Estos "monitores" han negado que trabajaran para el responsable de la empresa de multiaventura contratada por el IES Colonial sino que simplemente, por amistad con el empresario de multiaventura -ya fallecido- decidieron acompañarle ese día. Las razones que dieron ante el tribunal para justificar su participación ese día como monitores han sido de lo más variopinto.
Una de estas "monitoras" ha declarado como testigo que ese día acudió a esta actividad con los niños porque era «vecina» del responsable de la empresa organizadora y que compartían afición por la escalada. Otro de los "monitores" ha declarado que no trabajaba como monitor aunque estuviera allí toda la jornada sino que iba sólo «a hacer fotos de la excursión».
En esta misma línea, los otros dos supuestos monitores han atestiguado que sólo fueron acompañando al empresario en esta tarea para ayudar por ejemplo a quitarles los neopreno a los niños porque costaba mucho mojados sin que estuvieran trabajando como tales para la empresa de tiempo libre contratada por el IES Colonial.
La Fiscalía de Córdoba en su escrito de acusación solicita 4 años de prisión para cada uno de los dos profesores encargados de vigilar a estos alumnos del IES Colonial de Fuente Palmera durante la excursión así como 4 años de inhabilitación para su profesión.
El escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, al que ha tenido acceso ABC, solicita para los profesores encargados de vigilar a los alumnos, E.M. y J.F.A., penas de 4 años de cárcel para cada uno por un delito de homicidio por imprudencia así como a una indemnización de 80.000 euros a la que tendría que harán frente sus aseguradoras y la Consejería de Educación.
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