AGRESIÓN SEXUAL
El juez procesa por agresión sexual a los encarcelados por la supuesta violación en Sanfermines
Entre los acusados se encuentra A.M.G.E, guardia civil destinado en Pozoblanco que fue supendido del servicio, autor de la grabación que obra en poder del juez
![Un furgon de la policia entra al Palacio de Justicia navarra con uno de los cinco detenidos](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2016/08/09/s/agresion-pamplona-cordoba-U10189996906ljB--620x349@abc.jpg)
El juez ha procesado por cinco delitos de agresión sexual y un delito de robo con violencia o intimidación a los cinco encarcelados por la supuesta violación de una joven de 18 años la madrugada del pasado 7 de julio en Pamplona . Entre los acusados se encuentra A.M.G.E, guardia civil destinado en Pozoblanco que fue supendido del servicio, supuesto autor de la grabación que obra en poder del juez y ha contribuido a esclarecer los hechos.
Para la concreción del relato y valoración de los indicios de criminalidad el juez ha tenido en cuenta principalmente las declaraciones de la víctima, coincidentes con el resultado de los análisis de las evidencias biológicas obtenidas, el visionado del vídeo , así como los datos obrantes en el atestado elaborado por la Policía Municipal de Pamplona.
Según relata en la resolución, sobre las 3.00 horas del 7 de julio, el procesado J.A.P.M inició una conversación con la joven en la Plaza del Castillo. Él y sus cuatro amigos, J.E.D., A.J.C.E., A.M.G.E y A.B.F., la acompañaron hacia el coche en donde ella tenía la intención de dormir. En el camino, aprovechando que estaba abierto un portal, agarraron a la joven «por las muñecas y la obligaron a entrar, rodeándola, y, valiéndose de su superioridad física y de la imposibilidad» de ella «para solicitar auxilio u oponerse a sus pretensiones, la sujetaron y obligaron a realizar a realizarles» varios actos sexuales.
Mientras tanto, según expone el juez en el auto, A.M.G.E. «grababa además con su teléfono móvil los hechos con el consentimiento de los demás , que se dirigieron en varias ocasiones a la cámara». Después se apoderaron del teléfono móvil que la víctima llevaba en su riñonera y abandonaron el portal.
En los hechos, que se ejecutaron de forma colectiva, concurren, según el magistrado, tres circunstancias agravantes: un trato degradante o vejatorio, una «actuación conjunta de varias personas» y el hecho de que la víctima «era especialmente vulnerable, tratándose de una chica de dieciocho años que se encontraba sola».