Libre directo
Es sectarismo
Estudié en los Maristas y sé diferenciar entre la enseñanza de calidad o no
ESTA mañana una caravana de coches recorre Córdoba por sus avenidas principales, en manifestación contra la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (Lomloe) , conocida como ley Celaá , por el nombre de la ministra de Educación y aprobada esta semana en el Congreso de los Diputados . Será un clamor por la libertad y por la educación despolitizada, convocado por Escuelas Católicas y otras organizaciones, simultáneamente con el resto de las capitales de provincias españolas.
Hace bien la escuela concertada en no cruzarse de brazos ante lo que supone una ataque total a la libertad de enseñanza en España . Un país anestesiado, entristecido, lleno de incertidumbres, pero al que habrá que despertar a golpe de claxon del vehículo, antes de que se despierte cuando esté cayendo por el precipicio de la pérdida de libertades. Esta semana, los colegios católicos , con gran peso en la educación cordobesa, se concentraron contra esta ley. El director del Cervantes , de los maristas, Javier Perea , expresó claramente el peligro que genera la Lomloe , como recoge ABC : «No podemos quedarnos callados. Pretende que la Administración ni siquiera valore la elección de las familias, de todos nosotros, los ciudadanos, para establecer las vacantes. La eliminación de la demanda social supone un paso más a la planificación unilateral de la Administración». Es decir, el camino para que los hijos no pertenezcan a los padres sino al Estado .
Yo estudié en los maristas , de lo que estoy muy orgulloso, y mi ejercicio de la docencia fue en centros públicos, por lo que también me siento feliz. Por eso sé que no hay que diferenciar entre enseñanza concertada o pública, sino entre enseñanza de calidad o no. Y, por supuesto, creer y defender la libertad. La anulación del español como lengua vehicular, el apoyo y satisfacción de la extrema izquierda y los separatistas y que haya salido con el mínimo de votos exigidos, son otros argumentos contra la Ley Celaá . Una ley de enseñanza debe ser fruto del consenso, problema recurrente en nuestra democracia, pero esta vez el Gobierno ha cruzado todas las líneas rojas, legislando contra una parte de la sociedad. Eso se llama sectarismo.
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