Libre directo
Reivindicar la concordia
Quienes combatieron y rechazaron la Constitución y la unidad nacional son en quienes se apoya el Gobierno

Un día como hoy, de 1978, medio millón de cordobeses mayores de edad estaban convocados a votar el referéndum de la Constitución Española . El resultado fue abrumador: votaron afirmativamente un 90,96 por ciento y en contra solo un 6,50, con una alta participación del 75 por ciento. No tenía el paso cambiado políticamente aquella Córdoba con el resto de España.
Las Cortes constituyentes habían elegido unos ponentes constitucionales que recogieron a la izquierda, al centro, a la derecha y al nacionalismo, entonces moderado, catalán. En aquella Cortes figuraban once cordobeses . En el Congreso, Guillermo Galeote, Rafael Vallejo y Emilio Fernández (PSOE), José Javier Rodríguez Alcaide, Carmelo Casaño y Antonio José Delgado de Jesús (UCD) e Ignacio Gallego (PCE), En el Senado, Matías Camacho, Joaquín Martínez Bjorkman y Manuel Gracia (PSOE) y Miguel Manzanares (UCD). El Gobierno de España, en poder de UCD y presidido por Adolfo Suárez, tenía como representante en Córdoba al gobernador civil, Javier Ansuátegui.
Sirvan estos datos para homenajear a aquellos cordobeses que pusieron su grano de arena para sumar en aquel gran proyecto que supuso traer la democracia a España. Una España que había vivido en los últimos 150 años cuatro guerras civiles , cambios de régimen, de dinastías, inestabilidad, dictaduras, persecuciones políticas, terrorismos y un sinfín de Constituciones, al albur del partido de turno, apostaba para siempre por la concordia, la reconciliación y la convivencia. Una España que no olvidaba sus errores, sino que aprendía de ellos.
Hoy, desgraciadamente, el panorama es desalentador . Quienes combatieron y rechazaron la Constitución y la unidad nacional, son en quienes se apoya el Gobierno. Y aquel comunismo que, en aras del bien común, cedió entonces como todos, es ahora la parte extrema del ejecutivo más ideologizado y sectario de nuestra historia democrática. Como hace 42 años, Córdoba es solo una provincia, pero debe estar atenta ante quienes pretenden cambiarnos la historia y robarnos el futuro.
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