Entrevista
Juan José Primo Jurado: «Al pueblo le fascina la Legión porque sabe que están dispuestos a morir y no es pose»
Relata en un libro la historia, carácter y carisma del cuerpo militar fundado por Millán Astray
‘Historia de la Legión ’, publicado por Almuzara , es la última obra de Juan José Primo Jurado (Córdoba, 1961 ) y en ella quiere contar también la leyenda y el carisma de esta fuerza.
Quizá la Legión sea, junto a la Guardia Civil, la unidad más carismática del Ejército. ¿Por qué?
Se podría decir que porque los dos cuerpos han mantenido su imagen. Ahí está el tricornio de la Guardia Civil y el chapiri legionario . La imagen cuenta. Los dos cuerpos tienen alma y cuerpo. Tanto la Guardia Civil como la Legión tienen unos valores y tradiciones que entroncan con su fundación. La Guardia Civil , 1844 , Duque de Ahumada . La Legión , 1920 , Millán Astray , tienen ese alma. Tiene una continua modernización que les ha permitido seguir siendo fundamentales para los fines para los que se crearon.
¿No se puede entender a la Legión sin la guerra de Marruecos?
Claro. La Legión , el Tercio de Extranjeros , es una unidad que se crea para ganar una guerra. Esa guerra se estaba perdiendo, o por lo pronto no se estaba ganando, y cuando hay una guerra asimétrica, si el poderoso no gana, ya la está perdiendo. Antes de un año de que se crease la Legión es el desastre de Annual , que es una derrota tremenda. Era necesaria una unidad profesional, formada por soldados buenos, que incluso tuviesen experiencia militar de otras guerras, que evitasen que jóvenes españoles, bisoños reclutas, se fuesen al matadero de Marruecos . El Protectorado desaparece en 1956 y la presencia en el Sahara en 1975 ; es decir, han pasado ya más de la mitad de los años de existencia de la Legión fuera de Marruecos, pero, como es van vesátil y capaz, sigue siendo válida, porque es una unidad de élite, un cuerpo de choque siempre preparado, que puede acudir allí donde haga falta, y siempre España necesitará de legionarios, de los que no nos acordamos cuando las cosas van bien, pero cuando las cosas pintan mal miramos a ver dónde está la Legión .
Dice el mito que era gente que apenas tenía nada que perder. ¿Es así?
Sí, se decía que hasta los indeseables tenían su lugar en la Legión, y que no hacía falta decir el nombre verdadero. Eso era al principio, ya desde los años 30 y 40 la Legión tiene unas normas y unos objetivos de ingreso distintos. Hasta los propios rifeños rebeldes descubrieron que se encontraban con unos soldados que cuando los atacaban no salían huyendo, sino que les contestaban. Entonces se empieza a crear una leyenda en torno a la Legión. ¿Son novios de la muerte? Sí, pero no son unos kamikazes . Ellos aman la vida, pero si hay que morir por España , pues se muere. Esa leyenda de personas sin pasado y sin futuro, también es un poco propio de la leyenda que se crea, pero sí que sirvió para recuperar a muchos hombres que estaban perdidos para la vida y se convirtieron en caballeros legionarios .
¿Eran tan temerarios como se dice?
Hay que ponerse en situación, en el contexto de la guerra de Marruecos , que termina en 1977 , y que cuando se crea la Legión en 1920 ya lleva 8 años de conflicto. De repente, te encuentras una unidad que sale a pecho descubierto contra el enemigo, que es una fuerza de choque. Los primeros que caen son los legionarios. Un jefe de la Legión , el teniente coronel Valenzuela, cae en acto de servicio. Millán Astray tuvo cinco heridas. Franco, que fue el tercer jefe de la Legión , también una herida en el vientre. Alguien tenía que hacer eso, y gracias a que fueron la fuerza de choque, se pudo ganar la guerra. No era temeridad, si acaso valentía: eran muy disciplinados a las órdenes de sus superiores. Como fuerza de choque , o vas adelante, o nada.
«Millán Astray, que era un hombre profundamente católico, que creía en la redención de los hombres»
¿Y cómo se les convencía para eso?
Creando el espíritu del cuerpo, que pienses que la Legión es el mejor cuerpo del Ejército de España , que tu tercio es el mejor de todos, que tu compañía es la mejor de todas. Se consigue con un credo, el Credo Legionario , que a base de repetirlo e interiorizarlo, el espírut de camadería, de lucha, de la muerte, de marcha, se asume como un código. Millán Astray , que era un hombre profundamente católico, que creía en la redención de los hombres, también era un gran admirador de los samuráis japoneses, y copió el ‘ Bushido ’ como una manera de dotarlos de carácter propio. Y luego las tradiciones: el legionario está orgulloso del Cristo de la Buena Muerte , de los rituales, de sus himnos. Así se crea el espíritu. Si lo quitas, se desvirtúa la esencia de la Legión .
En Córdoba mucha gente los busca cuando acompañan al Señor de la Caridad. ¿Por qué lo hacen?
El libro tiene dos partes: la historia y la leyenda . La legión tiene un área y un mito que se consigue por actos heroicos, pero también por una identificación tremenda el pueblo, que vibra con la legión. Acierta al vincularse con la Semana Santa . El primero es el Cristo de la Buena Muerte , protector de la Legión desde 1930 , cuando empiezan a salir en Málaga . A partir de entonces, sobre todo después de la Guerra , se vinculan con muchísimas cofradías de Andalucía sobre todo.
¿Pero qué les fascina?
Pues que saben que están dispuestos a morir y no es una pose. No es porque suenen mejor las cornetas, no es que el uniforme sea más atractivo, no es que los gastadores hagan esgrima de fusil , es porque saben que están viendo unos hombres y mujeres que llegado el momento están dispuestos a morir, y creo que los cordobeses queremos para nuestra Semana Santa lo mejor, y que el Tercio Gran Capitán tenga para nosotros es bueno.
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