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Loyola, decálogo ético profesional
Cultura del esfuerzo y valores entre quienes se lanzan a la aventura de la vida profesional
Estas semanas encontramos numerosos actos de graduación y final de curso desde escolares a posgrado. En un país donde el Gobierno apuesta por dar títulos suspendiendo e imponer la cultura del aprobado general, da gusto ver que la sociedad real sigue valorando días felices donde se recoge lo que se ha sembrado y cuidado con esfuerzo durante, a veces, años.
El pasado sábado asistí en el Campus de Córdoba de la Universidad Loyola Andalucía , perteneciente a la Compañía de Jesús, a la graduación de mi hija María en Ciencias Económicas y Empresariales. Se unía también el grado de Derecho. Al finalizar, dos alumnas, una por grado, en nombre de la promoción, leyeron un Decálogo de Ética Profesional. Resumo sus puntos aquí. Están al alcance también de todos nosotros.
1. Comportamiento ético en la organización a la que pertenezcamos, a cuyo servicio ponemos nuestra capacidad profesional. 2. Contribuir a eliminar en la empresa comportamientos éticos censurables. 3. Buscar compatibilidad entre excelencia ética y profesional. 4. La finalidad lucrativa unida a la actividad económica y profesional, debe articularse con la responsabilidad social. 5. Respetar la autonomía de cada persona en la organización, teniendo en cuenta el bien común y la justicia en la sociedad. 6. Defensa de la igualdad de oportunidades. 7. Cumplir con la legislación y ser transparentes y leales con los que se acerquen a nuestra organización. 8. Dedicar atención especial a nuestros subordinados y compañeros, colaborando a un ambiente laboral sano y motivado que facilite asumir un proyecto común con vocación y deseo de servicio a la sociedad. 9. Ser solidarios y buscar que nuestra organización lo sea, luchando contra la violencia y pobreza en el mundo. 10. Establecer en nuestra organización un código ético, escrito o no, con un compromiso personal y corporativo con él.
Cultura del esfuerzo y valores , formación humana y académica, en el compromiso manifestado por jóvenes que se lanzan a la aventura laboral. Hay esperanza. Enhorabuena, Loyola. Buena suerte, egresados.
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