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30 años con el AVE

Más de dos mil años antes, un romano, Claudio Marcelo, había escogido para fundar la ciudad un lugar estratégicamente privilegiado del que no hemos parado de beneficiarnos

Un tren de Alta Velocidad pasa por el casco urbano y el castillo de Almodóvar del Río Valerio Merino
Juan José Primo Jurado

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Como ha recordado ABC esta semana , el 21 de abril se han cumplido 30 años de la primera vez que el tren de Alta Velocidad Española (AVE) pasó y paró en Córdoba. La ciudad se subió desde entonces a esta línea férrea y a este tren del progreso que la cambió para mejor y le abrió la puerta a nuevas y grandes oportunidades.

El AVE ha quedado desde aquel día vinculado a la historia de la ciudad: gracias a este vehículo y a todo lo que supuso de forma directa e indirecta, Córdoba es hoy muy distinta de lo que pudo haber sido.

La antigua Colonia Patricia, que tanto le debe a Roma , también en cierta manera le es deudora en esto. Los primeros ayuntamientos comunistas cordobeses, que hicieron todo lo posible por cargarse el plan de nueva estación de Renfe y liberación de terrenos ferroviarios para la ciudad, cerrados entre el Ayuntamiento de Antonio Alarcón y el Gobierno de la UCD, no tuvieron que mover un hilo para conseguir la línea de alta velocidad, nueva estación y soterramiento de vías: más de dos mil años antes, un romano, Claudio Marcelo , había escogido para fundar la ciudad un lugar estratégicamente privilegiado del que no hemos parado de beneficiarnos.

Y en 1992, el AVE de Madrid que debía llegar a Sevilla , tenía que pasar obligatoriamente por Córdoba y años después, desde aquí también, a Málaga y Granada.

No tengo sino recuerdos personales agradables del AVE. Gracias a él pude ir y venir a Madrid en el día y en muchas ocasiones , con mi padre a temas médicos, disfrutando del viaje. Gracias al AVE pude compatibilizar mis clases en la Universidad Rey Juan Carlos con mi trabajo en el Palacio de Viana. Y ahora, que trabajo en Sevilla, lo uso con continuidad.

Celebración, pero también reflexión en este treinta aniversario del AVE y de la Expo 92, del V Centenario y de las Olimpíadas de Barcelona. Fastos con los que aquel PSOE omnipotente de Felipe González trató de nublar el horizonte de corrupción en el que se debatía y que, en pocos años, le sacaría del poder.

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