Desde mi rincón

La responsabilidad de Bellido

Los ciudadanos exigimos del alcalde una firme defensa de la moral y los valores por los que fue elegido

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, durante una entrevista Valerio Merino
José Luque

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«Quien bien te quiere te hará llorar». Eso dice el refranero. Que con las personas que queremos somos sinceros y les decimos lo que pensamos sin mordernos la lengua. Pero el amor no duele. Por eso quien se sincera, por ejemplo, con un político y le expone abiertamente lo que piensa, sólo busca poder seguir confiando en él o votarle si es que no lo hizo anteriormente. Eso debería producir en el destinatario alegría y satisfacción. Convencido de que las cosas son así escribo mis columnas.

En La Tercera de ABC del pasado 27 de junio, con el título «La responsabilidad de Casado», Juan Van-Halen , dice, entre otras cosas, que «la responsabilidad de Casado es histórica». Y lo es porque «la sociedad española debe decidir entre ser Europa o Venezuela y Cuba ». Por eso, «además de brillantes discursos parlamentarios hace falta liderazgo, convicción y firmeza» porque «en España la libertad está en riesgo» y «se acaba el tiempo».

Estoy de acuerdo con la reflexión del académico. Añadiría que esa responsabilidad que tiene el Jefe de la oposición y líder del Partido Popula r, hay que exigirla a los líderes de ese partido que gobiernan ayuntamientos y comunidades. Si ellos desilusionan, por mucho que se empeñe Casado los ciudadanos no le van a responder. Las personas que consideramos válida una Constitución que propugna como valores superiores la libertad , la justicia , la igualdad y el pluralismo político ; quienes aceptamos una determinada moral como adecuada para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas, quienes así pensamos, repito, queremos ver en nuestros dirigentes más cercanos una defensa clara de esos valores y moral que llevan en su programa y por eso les votamos.

Es cierto que las funciones de un alcalde son limitadas. Pero además de las funciones propias de gestión, un alcalde debe demostrar, con sus hechos, convicción y firmeza en la defensa de cuanto su partido representa. Un buen alcalde debe respetar todas las sensibilidades políticas aunque estén en las antípodas de la suya. Incluso debe exigirse buscar consensos con todos para realizar la mejor gestión. Pero una cosa es respetar las sensibilidades políticas y otra cosa es doblegarse ante una moral diferente, pensando, creo que equivocadamente, que va a pescar votos en caladero ajeno.

La responsabilidad de Bellido , como alcalde de Córdoba , máximo representante del centro-derecha y líder del equipo municipal, es trascendental. De su gestión, como de la que hagan los líderes de centro-derecha con responsabilidad en otras instituciones, dependerá el resultado a nivel nacional. Los ciudadanos necesitamos ver en Bellido una gestión transparente y ejemplar, al tiempo que una firme defensa de la moral y valores por los que fue elegido. Convencido de que en el centro-derecha político, como dijo Aznar, no hay votos cautivos.

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