Desde mi rincón
La política no es un negocio
En el momento actual que vive España, ¿puede un político tener amigos?
![Pablo Casado junto a su portavoz parlamentaria durante el debate de la moción de censura de Vox](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2020/10/27/s/casado-mocion-censura-kf4D--1200x630@abc.jpg)
Recuerdo las palabras de un conocido banquero. «Entendí muy rápido que un banquero no puede tener amigos. Conservo los íntimos, con los que viajas, juegas… Conocidos, miles. Amigos, una docena. ¿En este negocio? Ninguno». Palabras que dejan huella y tristeza en el alma. Si para trabajar hay que dejar en la puerta del despacho sentimientos tan importantes como la amistad, no merece la pena ese trabajo. Respeto la opinión que puedan tener otros. A mí me parece lamentable que para ganar el pan de cada día sea necesario renunciar a esos vínculos que pueden nacer con personas que pueden terminar siendo muy importantes en nuestra vida.
Si las palabras de esos banqueros me producen tristeza, el ajuste político del señor Casado contra su amigo el señor Abascal son para nota. Porque fueron directas, de persona a persona. Desde la tribuna del Congreso fue Pablo quien las dijo y fueron directas contra su amigo Santiago. Y digo que eran amigos porque eso es lo que desde esa misma tribuna aseguró, muy convincentemente, el destinatario de las descalificaciones personales.
Tras oír y digerir un poco el fulgurante discurso del señor Casado y la dolorida réplica del señor Abascal, me hago una pregunta. En el momento actual que vive España, ¿puede un político tener amigos? ¿Podemos fiarnos de algún político? Reservo mi opinión por más que mis lectores pueden imaginarla. Dejo claro que respeto y comprendo la distancia que puso el señor Casado en nombre del PP respecto a la ideología o decisiones políticas que había expuesto el señor Abascal como representante de VOX. Lo que no puedo asimilar son las descalificaciones personales entre amigos por partidismo. Eso es lo que hace daño a los ciudadanos. Saber que con los políticos, ni amistad ni confianza son posibles. Eso daña mucho a la democracia.
Los españoles debemos tener cuidado con el camino que se está haciendo en España . Debemos hacer ver a los políticos que son servidores públicos y que la política no es un negocio como la banca, donde los resultados o la disciplina impiden la amistad.