Desde mi rincón
Mucha campaña, poca chicha
¿Hay algún candidato que haya expresado qué va a hacer con los chiringuitos?
Campaña electoral: Juan Bravo (PP) aboga por un pacto de rentas

Dicen que ha habido un debate en el que participaron los candidatos a presidir la Junta de Andalucía . Por lo que me comentan, nada bueno me perdí. Un acto más de una anodina campaña que dura demasiado, cuesta mucho más de lo que nos creemos y sólo sirve para saber que los políticos pelean, viven y actúan únicamente por lo suyo. ¿Por qué digo esto?
¿Saben ustedes si alguno de los contendientes expuso con claridad y concreción que chiringuitos andaluces hay que eliminar por insustanciales e improductivos? ¿Alguno de los candidatos o candidatas dijo si su programa incluye el despido inmediato de los contratados indebidamente y a dedo por los gobiernos socialistas en las últimas décadas? ¿Alguien justificó el motivo por el que esos contratados, ‘los guorperfet’, siguen cobrando del presupuesto de todos los andaluces? Por la información que he recibido de quienes soportaron semejante espectáculo, sólo se habló de cobrar y gastar. De eliminar la porquería que mina el desarrollo de Andalucía, de eso, ni mijita.
Perdemos demasiado tiempo en inútiles precampaña y campaña. Estamos hasta las narices de ver a los candidatos venderse por sitios que no han pisado nunca. Presumo que tanto tiempo de mercadillo político sólo sirve para comprobar que hay poca cosa aprovechable en los tenderetes autonómicos. En plena campaña, el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emilio García Page , dice que «en el PSOE sólo manda uno, todos los demás somos monaguillos».
Desconozco como piensan los demás presidentes autonómicos. Muchos demuestran con sus comportamientos ser marionetas manejadas por el mandamás del chiringuito político. Ya nos gustaría que quienes nos representan fueran libres y valientes para defender siempre nuestros intereses por encima todo y de todos. ¿Conocen muchos? Llevamos bastantes años de democracia. Para decidir nuestro voto, no perder de vista cómo funcionan los líderes nacionales. Salvo extrañas ‘ayusadas’, los monaguillos harán lo que les manden.
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