Desde mi rincón
Haberlos, haylos
Córdoba reclama un alcalde que genere ilusión y complicidad en los ciudadanos. ¿Lo tenemos?
Empieza un nuevo año . Dentro de poco cruzaremos el ecuador de la legislatura municipal. Es momento de hacer balance . Como pueblo soberano que somos, exponer nuestra opinión para colaborar en la eliminación de debilidades y amenazas, al tiempo que hacer crecer las fortalezas que tiene Córdoba , generando nuevas oportunidades.
En vísperas de la últimas elecciones expuse mi duda de que hubiera un candidato capaz de hacer realidad el sueño que todos queremos para Córdoba . Ninguno llevaba en su programa un proyecto ilusionante de ciudad. Manifesté, recordando al Papa Francisco , que si se pierde la dimensión de servicio, el poder se transforma en arrogancia y se convierte en dominación. Por eso pedía al nuevo alcalde que liderara el cambio que todos ansiábamos. Que no basta con gestionar para que las cosas se hagan bien, sino que liderara al equipo para que las cosas se hagan. Córdoba reclama un alcalde que genere ilusión y complicidad en los ciudadanos. ¿Lo tenemos?
Con gran parte de legislatura consumida, preguntamos: ¿Para cuándo la ordenanza de movilidad? ¿Qué hay de aquel ilusionante Plan Estratégico ? ¿Cuál es el resultado de aquel plan de choque para desatascar el tapón de la Gerencia de Urbanismo ? ¿Es transparente el gobierno municipal? Son preguntas que reclaman respuestas. También necesitamos saber si nuestro alcalde se ha curado de aquella alergia que tenía a las comisiones. O si espera mejor momento para hacer realidad la promesa de eliminar gastos superfluos. ¿Para cuándo suprimir el injusto Impuesto de Plusvalía Municipal o el adelgazamiento del gobierno? Todas eran promesas, como promesas son el cinturón verde, el palacio de exposiciones o el tan cacareado centro logístico. Muchas promesas y pocas realidades desaniman y desafecta. Esperemos que el resto de legislatura sea más ilusionante. Para ello nada más necesario que un alcalde más cercano, capaz de identificarse con todos los ciudadanos y compartir sus sentimientos. No confío mucho en los políticos, pero alcaldes así «haberlos haylos».
Con la limitación que impone la columna y recordando las palabras de un compañero columnista, estamos ante balance favorable, pero balance muy pero que muy mejorable.
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