Desde mi rincón
Glorieta en Los Patos
Los Jardines de Agricultura llevan demasiado tiempo olvidados
MAYO inicia hoy su andadura. Los patios y calles de Córdoba se llenan de flores y son la admiración de muchos. Es obra de personas que no tienen otra compensación que ver como sus patios y balcones son admirados por cuantos nos visitan en primavera. Eso da vida a Córdoba y genera riqueza para muchos negocios. Por eso hay que valorarlo y premiarlo. Pero también mayo nos trae una realidad que produce vergüenza para todos los que vivimos en esta ciudad. ¡Hablemos de ello!
Hace pocos días me escribía mi admirado amigo José Ignacio Cubero lamentándose del estado en el que se encuentra una glorieta antaño preciosa y en la actualidad sucia, abandonada y ruinosa. Glorieta que se encuentra en el centro de Córdoba . Hablamos de los Jardines de la Agricultura popularmente conocidos como Los Patos .
En ellos y a la espera que se termine la Biblioteca del Estado, aunque por el camino que va es posible que antes se seque el Guadalquivir , hay una explanada donde se encontraba la pequeña Biblioteca Séneca , que está rodeada de asientos con azulejos de Talavera que recogen o recogían frases y pensamientos de nuestro paisano.
Esa glorieta lleva demasiado tiempo vergonzosamente degradada . A sus bancos, en otros tiempos admirados, les faltan azulejos y tienen rotos o pintarrajeados los que le quedan. ¡Es de vergüenza ! Es el grito que muchos lanzamos al ver semejante espectáculo. No es de recibo que cuando los particulares presentan sus patios para admiración de propios y extraños, lo que es de todos, lo que es de responsabilidad de nuestros servidores públicos, más que para ser disfrutado y admirado, produce vergüenza y desprestigio para Córdoba.
En uno de esos bancos, un degradado azulejo recuerda una frase de Seneca que dice textualmente: «Una cosa inútil es demasiado cara, aunque no cueste más que una vagatela ». Cobrando como si fueran productivos, nuestros responsables políticos están demostrando no estar capacitados para conservar esa glorieta, ni esos bancos, ni corregir la falta de ortografía del azulejo . La primavera de Córdoba no merece semejante espectáculo. ¡Ni Córdoba !