Pasando el rato
Tontos de la base
Una tontería propulsada desde los micrófonos de la Junta es una tontería jerarquizada, y su destino son ocho millones de andaluces
No es posible pasarse de inteligente, pero sí de listo. Y el que se pasa de listo es tonto. Los tontos ejercen sobre el articulista una fascinación ofídica, como si lo hipnotizara con sus pupilas verticales la serpiente del Paraíso. Algunas columnas tengo dedicadas a glosar la categoría. Yo mismo vengo reconociéndome en la especialidad de tonto sencillo, tonto sin complicaciones, que no perjudica a la sociedad, antes la ameniza.
De tontos complicados y respetables vamos hoy. Sobre la base de la Base militar concedida a Córdoba, se han arriesgado pensamientos políticos no contaminados por la inteligencia. Mi admirado y repudiado Cioran sostiene que la palabra pone al hombre por encima y por debajo del animal, según su uso. Y que «la función esencial de la sociedad debería ser el exterminio de los charlatanes ». No puede ponerse uno como ejemplo de sobriedad expresiva, y no está para dar lecciones a nadie. Únicamente quiere terminar el artículo, y para eso le basta cualquier cosa.
El alcalde de Jaén, una plañidera socialista, ha reconocido públicamente que, en la pasada Nochebuena, lo llamó la secretaria de Estado de Defensa para asegurarle que su ciudad era la favorita para instalar la Base. Siempre que consiguiera financiación y terrenos. Supongo que un sargento de artillería se encargó de decepcionar a las demás ciudades interesadas, para mantener en pie el principio de igualdad de oportunidades. O de igualdad en la comunicación, al menos. Córdoba también aspiraba, pero no sorbía, por lo que parece.
Córdoba. ¿Quién sabe hoy, en España, situar a Córdoba en el mapa? ¿Quién podrá describir, tal como es, a Córdoba? Juan Marín, no . Y no obstante, ha llegado a vicepresidente de la Junta de Andalucía. A ver si va a resultar que el cargo ha degenerado con él. Con sus penosas declaraciones se ha comportado como si tuviera interés personal en Jaén , pero no en Córdoba. Siendo él de Cádiz . No me cuesta ningún esfuerzo imaginar al Sr. Marín de respetable auxiliar administrativo en las oficinas de una cadena de supermercados. Y no me parece que desentone. Por lo menos, no más que en la Junta de Andalucía. Si lo que ha dicho sobre l a adjudicación de la Base a Córdoba lo hubiera dicho en el supermercado, se lo habría llevado el viento de las carretillas reponedoras. Pero una tontería propulsada desde los micrófonos de la Junta es una tontería jerarquizada, y su destino son ocho millones de andaluces. Hay que ser muy tonto para querer que se ría de uno tanta gente. Lo del alcalde de Jaén, en cambio, es una tontería confinada perimetralmente, con menos capacidad de divulgación.
Hablamos de andaluces que lamentan el éxito de una ciudad andaluza . Si la Base se hubiera adjudicado a Toledo , lo más probable es que el vicepresidente de la Junta de Andalucía y el alcalde de Jaén se limitaran a un vago lamento por el desinterés de los sucesivos gobiernos de España por Andalucía. Pero ha venido a Córdoba, y hay que hacer sangre hermana, que resulta más literario. Andaluz que se cabrea / por ver que Córdoba crece, / no digo que tonto sea, / pero sí que lo parece.
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