Pasar el rato
Muerte con cita previa
La especialidad filosófica de Pedro Sánchez es la muerte ajena. Ahora se centra en la eutanasia, la ley para matar al sufriente
El señor no puede ponerse al teléfono porque está reunido con la muerte. A uno le gustaría que su mayordomo respondiera así a las llamadas de la última hora. Eso le daría calidad al viaje definitivo. Pero como uno no tiene mayordomo, se limitará a no coger el teléfono. Y se morirá sin haber hecho una frase. Con lo que les gusta a los columnistas y a los diputados hacer una frase. Cualquiera que esté un poco al día sabe que los columnistas hacen mejores frases que los diputados . Bastante tienen los diputados con no equivocarse de papel cuando leen las respuestas, y acabar sacando del bolsillo la lista de la compra. Hoy hablamos de la muerte, ya lo habrá advertido el lector. Porque al menos habrá un lector. De la muerte por inyección legal y compasiva. La muerte con cita previa. El viernes a las 5, no falte. No tema, allí estaré. Sí temo, cómo no voy a temer, si llevo toda la vida temiendo la muerte . Allí estaré, de todos modos.
Pedro Sánchez no se desenvuelve mal entre cadáveres. La exhumación de Franco , los 53.000 muertos por el coronavirus, el profundo lamento por el suicidio de un etarra, las cunetas abiertas como entrañas del pasado. Sus biógrafos añadirán también los muertos políticos, que extiende a su alrededor como metáforas de un cementerio privado. Sánchez es un filósofo, si hemos de creer a Cicerón: «Toda la vida de los filósofos es una meditación de la muerte». La especialidad filosófica de Sánchez es la muerte ajena. Y ahora, la eutanasia, la ley de muerte con cita previa. No la ley para aliviar el sufrimiento, la ley para matar al sufriente. No se puede negar que resulta más económico. Si el Gobierno puede disponer de nuestra vida -nuestro dinero, nuestra salud, nuestro tiempo, nuestros sentimientos, muestra libertad-, nada le impide disponer también de nuestra muerte. Nosotros no se lo vamos a impedir, ¿qué podríamos hacer nosotros? Aunque si se les va la mano, pueden quedarse sin materia prima para el voto.
A los efectos de la ley de la eutanasia, ¿podría considerarse «sufrimiento psíquico insoportable» la profunda desesperación que el gobierno de «Unidos PSOE y Podemos» produce entre los votantes del PP? Quizá el propósito oculto del legislador sea acabar legalmente con la derecha, provocándole tormentos mentales que exciten la autonomía suicida de su voluntad. Sufrimiento psíquico más insoportable que padecer el gobierno de Sánchez e Iglesias no se ha conocido en democracia. Luego, que cada uno decida según «el concepto sobre la vida y la muerte que pueda tener», como dijo en el Congreso la pensadora Carcedo , diputada socialista. El Diario de Sesiones de la Cámara debería llevar incorporado un borrador automático de simplezas. Para que la posteridad no se cebe con nosotros. El experimento mortuorio les saldrá bien. Todo les sale bien. Sin grandes voces, sin grandes protestas. Al fin y al cabo, un muerto más, ¿qué importa a España? España es suya. El siguiente paso será regular la muerte de todos los españoles, independientemente del grado de sufrimiento. ¿Qué es eso de morirse sin saber el día ni la hora, como un párroco? Ya que con Sánchez tienen los ciudadanos tan pocas libertades en la vida, les compensará haciendo de la muerte un acto de libre disposición. Los españoles podrán morirse el día y a la hora que quieran. Incluso antes, si son de derechas. Después de dos mil años de civilización, y con la ciencia médica más avanzada de la historia de la humanidad, concluir que la muerte provocada es la única alternativa al dolor es quitarse el muerto de encima.