PASAR EL RATO

Médicos al corte

¿Qué corta la nota de corte? Las ilusiones, divino tesoro

Alumnos aguardan para realizar la Selectividad en la Facultad de Medicina y Enfermería VALERIO MERINO
José Javier Amorós

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Casi todos los estudiantes cordobeses quieren ser médicos , por eso ha sido necesario cortar por lo sano en la Facultad de Medicina . Causando grandes destrozos en carne lozana y muy aprovechable, pero de baja calificación académica, que no acostumbra a ser síntoma inequívoco de poca salud intelectual. ¿ Qué corta la nota de corte ? Las ilusiones , divino tesoro, que se van por el desagüe de la frivolidad administrativa. En Córdoba hay centros universitarios de corte alto, sólo al alcance de cerebros longuilíneos, naturalmente apuestos, de cilindrada alta, y centros de corte bajo, que acogen compasivamente a las inteligencias que han echado barriga y apenas les queda batería.

En la Universidad de Córdoba se exige mucha más nota para estudiar Medicina que para matricularse en Derecho , lo que lleva al equívoco de que para reformar la Constitución se necesita menos destreza que para reformarle la cara al ministro de Universidades. Hay en Córdoba carreras universitarias de primera , de segunda y aún de cuarta , como la Filología Hispánica. Frutos amargos de la cultura, en los que, sorprendentemente, está toda la cultura. Entre un médico y un filólogo hay en Córdoba ocho puntos de distancia en exigencia administrativa. Por eso se habla cada vez peor el español y se recetan tantos antidepresivos. La palabra cura y la palabra mata. Los últimos podrían enseñar eso a los primeros.

El niño ya es médico . Y ahora, ¿qué? Ahora a recetar corticoides y a levantar vigorosamente la pancarta de la semana laboral errejoniana de 32 horas . Eso sería un recorte del corte. Si uno quiere mucho tiempo libre, no se hace médico, se hace ministro de Universidades. Cuando se es médico, se es médico siempre . Como mi querido Balbino Povedano , que ejercía la medicina incluso en sueños . Durmiendo las pocas horas que dormía. Por unas cosas o por otras, yo vivo atenido al sexo que me correspondió en el reparto de naturalezas, y nunca hice donación política de mi diferencia. A eso se debe que el gran Balbino Povedano tuviera que limitarse a tenerme como amigo, Dios se lo pague, y no como paciente. Porque él dedicó su vida a la Ginecología, como es ampliamente sabido en Córdoba. Ahora está ocupado en poner en orden su infancia, con la mente y con el cuerpo; él, que siempre fue un niño sonriente y reflexivo. Le queda por delante toda su gloriosa historia médica, presentes sucesiones de pasado. Con eso se pueden justificar varias vidas.

Córdoba es , desde mi experiencia de hipocondríaco, una tierra generosamente provista de buenos médicos , de grandes médicos . Que se limitan a ser constantemente médicos, constitutivamente médicos. Ya hablaré de ellos, si no me he muerto antes. Por si acaso, a todos ellos, a mis queridos médicos, va mi corazón en este artículo. Quien me ha soportado y me soporta con paciencia y sin reproches sabe que hablo de él. Hay que tener mucho cuidado con el corte . Porque un mal corte podría dejarnos a los enfermos profesionales a merced de una medicina de oficinistas .

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