Pasar el rato
Final de aniversario
En ABC saben que una noticia bien redactada no sólo transmite información, también crea pensamiento
He dedicado otros artículos a los veinte años de la edición cordobesa de ABC. Hoy vuelvo a hacerlo, porque hay cosas que, aunque ya se han dicho, todavía no se han dicho bastante. Y porque no podemos saber si en las bodas de plata seguiré siendo cónyuge. El jueves pasado habló en Córdoba el director de la edición nacional de ABC, Julián Quirós . En nuestro Círculo de la Amistad -aquí no hacemos enemigos, ni aunque el enemigo se empeñe- clausuró los regocijos de aniversario. Le hacía las preguntas periodísticas el director local, Francisco J. Poyato , de manera que bien podemos hablar de un diálogo de directores. Aunque uno habló bastante más que el otro, porque para eso había sido invitado. Julián Quirós me pareció un hombre discreto, que no mostraba aspiraciones de inmortalidad profesional. Me llamó la atención que en su media hora larga de respuestas no utilizara ni una sola vez el pronombre personal yo .
En mi opinión, no pocos de los que se consideran grandes figuras del periodismo escrito y hablado tienen más vanidad que calidad. Sin una cierta dosis de modestia , este oficio se queda en pura pedantería. Su intervención trajo a mi memoria la mejor definición de periodismo que he leído: «El periodismo es un método de interpretación sucesiva de la realidad social».
Es del gran periodista barcelonés Lorenzo Gomis , que dirigió El Correo Catalán y fue catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona. Eso sucedía antes de que con Jordi Pujol se iniciara suavemente el saqueo y la demolición de España. Hasta entonces, Cataluña irradiaba cosas buenas al conjunto. Inteligencia y cultura, desde luego. Hoy, su clase política es un amontonamiento de ignorantes con pretensiones. Gente con aspecto de no haberse duchado después de la revolución. Como Pablo Iglesias.
Decía Gomis que la información no se nos revela, sino que la apreciamos. Y para dar forma a un hecho en la mente del lector, previamente hay que darle forma en la mente del informador . Eso significa, me parece, que la objetividad es un imposible metafísico, y que un periodista no puede ser objetivo, bastante tiene con ser honrado. Porque si la prensa es una interpretación sucesiva de la realidad, el Gobierno es una alteración deliberada y maliciosa de los hechos. Llevo más de media vida predicando el mandamiento que recibí de mi maestro en el articulismo, Manuel Alcántara : importa más ser distinto que ser mejor. Creo que ABC es un periódico distinto, que hace «información distintiva», en el sentido que aportó Julián Quirós en Córdoba. Eso le ahorra al periódico la vulgaridad de competir por ser el mejor. Los grandes periódicos como ABC se distinguen, entre otras cosas, por el uso de un lenguaje de calidad y por el modo elegante de usarlo.
Tanto en el ABC de Córdoba como en las ediciones nacionales que he leído en mi no corta vida, los redactores y los columnistas no parecen tener cuentas pendientes con el idioma. Saben que una noticia bien redactada no sólo transmite información, también crea pensamiento. Un juez puede cambiar la vida de un hombre, pero un periódico puede cambiar la vida de un pueblo .
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