Cultura
Jorge Fuembuena, la ruptura de una fotografía que reflexiona llega a la sala Vimcorsa de Córdoba
El autor propone imágenes de la sociedad y la cultura tras sumergirse en la vida de sus protagonistas
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En la fotografía de Jorge Fuembuena , y por extensión en gran parte de la fotografía contemporánea, la palabra instantánea carece de sentido como sinónimo. Sus imágenes se toman después de un amplio proceso de documentación , de búsqueda y de espera hasta el momento en que expresan lo que su autor quiere. El aplauso y el éxito avalan la trayectoria del autor, que ganó la décima edición del premio Pilar Citoler, que convoca la Universidad de Córdoba .
Tres años después de aquel galardón, su obra llega a la sala Vimcorsa , del Ayuntamiento de Córdoba, con una gran exposición, titulada ‘Élégies’ , en la que se recogen trabajos de los últimos veinte años y en que los espectadores podrán entrar en un universo muy particular.
Como explicó el comisario de la cita, Alejandro Castellote , muchos de los trabajos tienen que ver con la sociedad contemporánea y con la relación actual del hombre con la naturaleza. Por eso al espectador lo reciben fotografías de glaciares en Groenlandia que empiezan a disolverse por efecto de la subida de la temperatura en todo el planeta.
La muestra resume los últimos años de un autor que impacta por la estética de las imágenes, pero que «siempre tiene, en los estratos de abajo, una motivación », que es lo que el espectador tiene que encontrar debajo del impacto de sus imágenes. Un ejemplo son las texturas de sus imágenes, que actúan como metáfora del paso del tiempo , una de sus principales obsesiones.
La muestra reúne la serie dedicada al cine de Luis Buñuel y un avance de la que acaba de terminar dedicada a Pasolini
Son trabajos que necesitan años, como el que dedica a dos niñas que viven en un pueblo del Pirineo Sur y a las que ha plasmado en distintos momentos de su vida desde la infancia hasta la adolescencia. No es sólo documentación: si tiene que irse a vivir a un lugar y ganarse la confianza de los protagonistas , lo hace por el bien de su obra.
Jorge Fuembuena (Zaragoza, 1979) ha trabajado, por ejemplo, en una serie sobre el universo creativo del cineasta Luis Buñuel . Eso ha significado no sólo conocer su obra y entenderla, sino también vivir con el guionista que trabajo con él en sus películas francesas durante tres meses. «Ha trabajado sobre los archivos personales y los álbumes de Buñuel », cuenta el comisario, y en la exposición abierta en la sala Vimcorsa el espectador puede conocer algunas de ellas.
La intención
Como siempre, insiste Alejandro Castellote, el espectador debe mirar para encontrar una parte de la intención, y ahí está, por ejemplo, un ojo en blanco, sin iris ni pupila. Es una metáfora de una de las escenas más conocidas de ‘Un perro andaluz’ : la de la navaja que corta un ojo.
En la exposición da además un avance de un nuevo trabajo que ha hecho en torno a otro director de cine: Pier Paolo Pasolini . Para eso se ha ido a la playa de Ostia, donde lo asesinaron , y ha podido fotografiar a los ‘efebos’ que todavía frecuentan la zona. El siguiente será Luis García Berlanga .
Jorge Fuembuena plasma a los que acampan en el bosque para impedir un aeropuerto y lo hace viviendo con ellos
En ocasiones, el fotógrafo reflexiona sobre la sociedad del espectáculo y las apariencias. En una de las salas hay una fotografía en que un grupo de actores representan algo parecido a ‘Los fusilamientos del 3 de mayo’ , de Goya, pero están en lo que se muestra como un decorado, con fondo neutro y focos. Eso habla de las falsificaciones.
En ocasiones las fotografías se superponen para aparecer como aparecen en la cabeza los recuerdos, «que no tienen un orden cronológico ». Al visitante se le propone, dice el comisario, y de ahí los cambios de luz y la búsqueda de cierta oscuridad en algunas de las áreas de la muestra.
Entre sus historias está la de unas familias que ocuparon un bosque de Nantes para evitar que se construyera un aeropuerto y se han impreso en papel sin marco. La naturaleza hace que se combe y mueva el soporte. «No le gusta llevar de la mano al espectador para decirle lo que tiene que leer en cada obra, sino dejarlo abierto », cuenta Alejandro Castellote. El espectador encontrará también proyecciones a través de cortinas de silicona rojas y zonas en las que la luz tendrá su papel para encontrar el sentido de lo que el autor quiere.
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