Viernes de jubilado
Abucheos
Son tan merecidos como los aplausos, los habrá gratuitos, pero en general, la gente sabe por qué da unos u otros
Los abucheos a Pedro Sánchez del día 12 en Madrid son los mismos que fueron dedicados a Marlaska el día 3 en Córdoba . E igualmente serán recibidos por otros que no cuadren con los actos que presiden. La servidumbre de los políticos consiste en tener que estar donde no quieren estar . Los abucheos son tan merecidos como los aplausos. Probablemente los haya gratuitos. Pero la gente en general siempre sabe porque da unos u otros. El presidente ha escrito sobre la Fiesta Nacional como si fuera un invento suyo, así es su vanidad, sin una sola referencia al origen de la celebración. Su huero discurso fingiendo una unidad imposible que solo procura con comunistas , separatistas y filo terroristas , ofende a la inteligencia de los españoles que se sienten a gusto con su condición de tales. Sánchez se rodea de personajes a los que la música militar no les suele levantar sino para salir corriendo; que no rezan por los caídos; que no honran la bandera española, sino que la aborrecen y la retiran, cuando no la queman; que alimentan la leyenda negra y abominan de las gestas patrias; que violan, en fin, la Constitución y procuran la descomposición del Estado. ¿ Cómo quiere que reaccionen los buenos ciudadanos , esos que pagan impuestos y costean sus presupuestos alevosos?...
Lo de Marlaska es aún más comprensible . El descarado ministro viene a Córdoba a presidir una celebración de la Guardia Civil con el aval de haber cesado a la eminencia gris del Cuerpo por haberse negado a conculcar la ley . El abucheo más sentido lo hubieran dado los propios guardias civiles, si no fueran tan beneméritos y disciplinados.
Pablo Iglesias , que es malo, pero no tonto, ha descrito una realidad evidente: que la gente que abuchea al Gobierno es de derechas . Naturalmente, puesto que ese Gobierno es de izquierdas. Y ha añadido que esa gente es la misma que aclama al Rey . Naturalmente, puesto que la izquierda se proclama republicana, alardea de bandera republicana, suspira por la República y nos impone la memoria beatífica de ese régimen, que tan malos recuerdos dejó en la derecha y en la monarquía. ¡Que se lo pregunten a este diario!
Más ingenioso ha sido, como acostumbraba otrora, Alfonso Guerra . Ha contrapuesto a Sánchez con la cabra de la Legión . Lo que no sabemos es si pensaba en una equivalencia simbólica entre ambos iconos. Caben varias lecturas, posiblemente todas acertadas.
Pero quien ha sorprendido este doce de octubre, sobre todo a su público, es Yolanda Díaz , mostrando su respeto y gratitud a las fuerzas armadas y pidiendo la reconciliación con acento vaticano. Dirán que prepara un perfil ambiguo para la supuesta sucesión, aunque yo supongo que vestirse de princesa acaba teniendo estas consecuencias.
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