REVISIÓN DEL PLAN GENERAL
Urbanismo ya mira a la desclasificación de suelos en Levante, Trassierra o Poniente Sur
Son las zonas susceptibles de ser tocadas para repensar los desarrollos para una ciudad más compacta
«¿Desclasificar suelo?». Al otro lado del teléfono, el urbanista con muchas horas de vuelo suelta una carcajada . No saben lo que dicen, resume. «Se ha hecho pero en municipios pequeños, donde era evidente que ya no cabía ese crecimiento», resume un técnico de la Administración. « Es arruinar al Ayuntamiento » resume un tercero. ¿Quién ha tenido la idea? Pues los tres partidos que sostienen el gobierno municipal - PSOE, IU y Ganemos - rubricaron el acuerdo de investidura que dice, como promesa política, en su punto 31: «La revisión (de) los desarrollos del PGOU del 2003 de cara a su desclasificación».
Independientemente de la sintaxis, hay que ir al fondo. La desclasificación es algo tan sencillo como revertir la decisión de considerar un lugar como urbanizable . Es decir, prohibir que la ciudad crezca ahí ya que no se considera necesario. Los partidos de izquierda, que alentaron igual que los de derecha las recalificaciones masivas de la década anterior, lo han usado como mantra. Alegan que aquellas decisiones se tomaron en un contexto de burbuja inmobiliaria, lo cual no es cierto.
Hablar de reclasificaciones es sencillo pero en la práctica es duro. Implica devaluar radicalmente el valor de un suelo determinado lo que generará, se supone, batallas legales. En los planes parciales se puede hacer pagando los gastos realizados así como los perjuicios causados. En el no sectorizado, el más alejado del núcleo urbano, el terreno se vuelve más difuso.
Existen sospechosos habituales sobre los que sobrevuela la desclasificación. Se trata de piezas que no se han desarrollado administrativamente (sobre las urbanizadas o edificadas poco se puede hacer ya) que nunca han tenido buena prensa.
En el terreno de los simbólico se encuentran los crecimientos de la barriada de Santa María de Trassierra . Para evitar la creación de parcelaciones incontroladas, el Plan General de 2001-2003 decidió crear tres planes parciales para que se permitiera construir vivienda de forma controlada. Son las piezas de La Caballera, El Norte y Cerro Murillo.
Los planes de Trassierra no son los únicos con mala fama. El Consistorio optó por repetir esta estrategia en Cerro Muriano incluso ampliando las determinaciones iniciales. A los planes de crecimiento de la barriada, le sumó una innovación concreta, en la finca Campo Bajo, para un polígono que nunca se concretó.
Ciudad más compacta
Estas piezas son, sin embargo, una gota de agua en unas previsiones globales de 46.000 viviendas , que es lo que establece el PGOU, 29.000 de ellas en el núcleo principal. Si el gobierno municipal quiere repensar los desarrollos para una ciudad más compacta, los candidatos a hacerlo son dos piezas de esas que se llaman estructurantes, la Ciudad de Levante y el plan de sectorización O-1.
La Ciudad de Levante es hija directa de la gestión urbanística del PSOE quien modificó los planteamientos iniciales del PP para la zona. Originalmente propiedad de Prasa, consistía en la unión del barrio de Fátima con Rabanales mediante la construcción de un barrio de unas 3.500 viviendas. Demasiado de todo para esta época. El Ayuntamiento apostó por revertir parte de las plusvalías de esta zona en equipamientos públicos como el llamado parque de Levante , la conversión de la antigua N-IV en avenida urbana o una gran glorieta junto al Carrefour.
Un segundo candidato es el plan de sectorización O-1 . Se trata de la enorme propiedad que se encuentra en el lado oeste de la Ronda de Poniente frente al Reina Sofía. La Junta de Andalucía empezó a llegar a acuerdos con los propietarios para liderar su desarrollo con un objetivo concreto. Disponer de un barrio donde la protección oficial fuese la regla ubicado en la zona conocida como Huerta de los Ángeles. El plan es tan enorme -1,3 millones de metros cuadrados- que no ha sido posible su gestión.
El capítulo de los planes de sectorización es pasto abonado para una revisión porque hay piezas que no van a tener grandes posibilidades de salir adelante en el corto plazo. Los más de 500.000 metros cuadradados de la Huerta de Santa Isabel Oeste no se han movido aunque la parte oriental de este sector, del mismo tamaño, se ha urbanizado y ya tiene, al menos, dos edificios en construcción.