SUPERACIÓN
Izán, la felicidad de un niño de Cabra al volante
Una juguetera diseña un coche adaptado para un menor de tres años, con graves secuelas tras una meningitis
Ahora que los anuncios de televisión , las vallas publicitarias o las revistas se llenan de imágenes de mil y un juguetes y niños sonrientes que disfrutan de su juego preferido, se hace incluso menos visible la situación de muchos niños co n necesidades especiales , psíquicas o motoras , para los que incluso jugar se convierte en una dificultad a superar.
Uno de esos niños es Izan . Hace unos meses su nombre se hizo muy popular en la Subbética Cordobesa. Aquejado de una grave enfermedad, meningitis B , el caso de est e niño egabrense de apenas tres años de edad conmovió a todos y fue objeto de una de las corrientes de solidaridad y simpatía más importantes que se recuerdan en el sur de Córdoba.
Izan superó la enfermedad , pero ésta mermó notablemente sus capacidades motrices. Ahora su nombre vuelve a sonar. Sus padres querían para su pequeñ o un coche eléctrico , pero manejar uno de los modelos existentes se hacía muy difícil para Izan.
La empresa lucentina de juguetes Toy Planet contactó entonces con una de las principales jugueteras de España , la firma alicantina Injusa para ver si podían hacer un trabajo especial para arrancar una sonrisa permanente a este pequeño.
Sin coste adicional
La pasada semana, representantes de ambas empresas entregaron a David Pino, padre del niño , un coche eléctrico, «matriculado» con el nombre de su propietario, al que se le han realizado distintas modificaciones para que pueda ser utilizado mediante un joystick o incluso, por sus padres, mediante una aplicación instalada en el móvil.
Injusa fabricó el vehículo a través de un programa, denominado «Laia» , que apoya el juego de niños con necesidades especiales. Según explicó la responsable de comunicación de Injusa, Yésica Jiménez , el programa «Laia» recibe su nombre de una niña con acondroplasia, enfermedad que impide que brazos y piernas crezcan con normalidad, a la que fabricaron una moto eléctrica adaptada y cuya experiencia fue tan gratificante que se quiso extender a otros niños.
Desde entonces han diseñado y creado vehículos adaptados como el que ahora podrá disfrutar Izan, como cualquier otro niño. Según Jiménez, se trata de una acción de responsabilidad social corporativa con la que pretenden apoyar el juego entre estos niños adaptando sus juguetes sin ningún coste adicional .