CONTRAMIRADAS

Isabel Bernal:«La pandemia ha sacado las carencias del sistema educativo»

Cuenta atrás para un curso lleno de desafíos. ¿Estamos listos? La presidenta de la asociación de directores examina el reto

Profesora y presidenta de la asociación asadipre, Isabel Bernal FRANCIS SILVA

Aristóteles Moreno

Apenas dos semanas para el inicio del curso , la incertidumbre es la nota dominante. Los rebrotes del coronavirus se multiplican a lo largo y ancho del territorio peninsular y el sistema educativo se enfrenta a una prueba sin precedentes en la historia contemporánea. En este contexto inquietante, escuchemos a los que saben. Por ejemplo, a Isabel Bernal . Directora del colegio Antonio Gala desde hace 13 años y presidenta de la asociación que agrupa a los responsables de centros escolares de infantil y primaria, examina el complejo panorama que se presenta a la vuelta de la esquina.

Quedan dos semanas para el inicio del curso. ¿Le tiemblan las piernas?

No me suelen temblar, pero hay dos palabras que definen como estoy: preocupación y cierta crispación. Esas dos palabras me definen a mí y a todos los docentes.

¿Crispación?

Hay cierto enfado. Es verdad que regular esta situación es muy difícil, porque nos supera a todos. Pero, en este punto en que sabemos más de la pandemia, se tendría que haber acertado más. No es momento de autonomía de los centros. Quiero datos concretos de cómo puedo prevenir a mi centro de que sea un punto de transmisión del virus.

Isabel Bernal es maestra por vocación . Aprobó las oposiciones con 21 años de edad y desde 1989 no se ha bajado de la tarima de un aula. Asegura ser feliz ejerciendo un oficio del que hoy día reniegan miles de colegas suyos. «Muchos de ellos se sienten frustrados por ver una sociedad donde la educación ha perdido valor», argumenta. «Yo no me siento frustrada. Pero sí triste y preocupada». ¿El profesor ha perdido su autoridad moral? «Hemos pasado del autoritarismo a otras fórmulas distintas. Y no hay término medio», lamenta esta docente de larga trayectoria profesional que trabaja contrarreloj para encarar el reto extraordinario de septiembre.

¿Estamos ante la prueba decisiva del sistema educativo?

Para mí, la prueba decisiva del sistema educativo es el éxito escolar. Que el alumnado alcance mayores rendimientos académicos y personales. Que seamos capaces de enseñar a futuros ciudadanos formados integralmente. Ese es el punto de inflexión. Ahora bien: evidentemente la pandemia nos ha puesto un reto impresionante y ha sacado a la palestra ciertas carencias del sistema. Como todo el tema digital. Y el interés y la autonomía del estudiante. Si algo se ha puesto de manifiesto durante los meses de la enseñanza telemática es que si un estudiante no está motivado hacia el aprendizaje no hay manera de obtener un rendimiento.

¿Cómo saldremos de esta?

No puedo contestar a una pregunta que nadie sabe. Yo sí sé cómo quiero salir en mi colegio: trabajando en equipo y con mucho compromiso. Pero nadie sabe cómo se va a desenvolver en los próximos meses la transmisión del virus y cómo va a afectar a los colegios.

¿Qué quiere decirle a las madres y los padres?

Que esto tiene que ser un trabajo conjunto. Tanto si el escenario es presencial como «online», la familia y los centros necesitamos más que nunca trabajar coordinadamente. Y seguir las medidas de prevención al máximo.

¿Y qué quiere decirle al señor consejero?

Que, si tiene mucho interés en reunirse con todos los miembros de la comunidad educativa, y no lo dudo, le diría que baraje varios escenarios. Porque tiene que cambiar algunos paradigmas a los que se ha aferrado.

¿Por ejemplo?

La Consejería [de Educación] debería haber encargado un análisis de centros con los puntos conflictivos. Han dado bases generales que abogan por mucha autonomía y no se ha mirado la particularidad de los centros. Hay puntos flacos y difíciles: clases con 30 alumnos, uso de baños, comedores, transporte, higiene. O también el alumnado infantil y el vulnerable, como los niños asmáticos o con problemas de corazón. Y todo eso lleva a un compromiso económico fuerte.

¿Qué pasa si hay contagios en el aula?

Se regula por el sistema sanitario. No es un problema educativo. Hay un protocolo. Se ha designado a una persona de referencia en el colegio y, ante cualquier detección, hay que avisar a los centros de salud. Las decisiones no son del centro escolar sino de sanidad.

¿Y qué pasa si prende el pánico?

Las familias tienen que estar muy bien informadas y nosotros debemos seguir lo que digan las autoridades sanitarias. La Consejería ha afirmado que si prende el pánico y las familias dejan de traer a los chicos se tratará como absentismo. En casos concretos de alumnos asmáticos, por ejemplo, se podrá valorar de forma distinta.

Hay padres y madres que no quieren llevar a sus hijos al colegio, ¿A qué se exponen?

A seguir el protocolo de absentismo: con cinco faltas mensuales sin justificar se activa un proceso. En este protocolo, los alumnos con certificados médicos no entran.

¿Y le parece bien ese protocolo en este contexto?

Es un protocolo muy estudiado en contextos normalizados. En estas condiciones, habría que pensarlo. Se ha barajado la posibilidad de la enseñanza «online» en familias que quieran. Hay países que lo están haciendo así.

Lleva 18 años trabajando como docente en el barrio de Las Moreras , uno de los epicentros del desempleo y la exclusión social de Córdoba. La experiencia ha reforzado sus convicciones en el poder transformador de la enseñanza. «He aprendido muchísimo aquí», admite. «Es increíble el sentido de fidelidad a las familias que existe en el barrio y el sentimiento de pertenencia . La gente vive con alegría las cosas básicas y tiene capacidad de disfrutar pese a las enormes dificultades», asegura la directora del colegio Antonio Gala.

El director del colegio Cervantes de Córdoba, Francisco Javier Perea, aseguró en una entrevista a ABC que «el contacto con los chicos es insustituible». ¿Lo firma?

Le digo más: los seres humanos crecemos como personas gracias al contacto con otros seres humanos. La empatía y la imitación en los primeros años de vida es indispensable. El contacto con iguales y también con adultos.

¿La educación digital es educación?

Es educación, pero sesgada porque se pierde el contacto personal.

¿En torbellinos como este hubiera preferido no ser directora?

[Piensa la respuesta] En este momento creo que, por trayectoria y conocimiento del centro, quizás sea la persona idónea para acometer esta situación tan difícil. Pero personalmente he tenido momentos de agotamiento. Hasta el mes de mayo ha sido horrible.

¿Por qué hay que defender la educación pública?

Si pensamos que el bien común está por encima del bien individual, los servicios públicos son indispensables. Una educación pública universal hace que se garantice el servicio público para todos los segmentos de la sociedad.

¿Y qué le pide a septiembre?

Personalmente me gustaría poder seguir con mi enseñanza presencial en mi centro educativo. En marzo tuvimos que cortar un proyecto de comunidades de aprendizaje: estuvimos todo el año leyendo «La vuelta al mundo en ochenta días» y convertimos cada clase en un país. Fue muy triste cerrarlo en marzo. Sueño con poder retomar toda esa dinámica de colegio que ilusiona.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación