Salud

La irrupción del coronavirus suma un factor de riesgo más para el ictus, que crece año tras año en Córdoba

El Covid sube la coagulación de la sangre y puede provocar este problema, para el que es necesaria una actuación rápida

Profesionales de la unidad de Ictus del hospital Reina Sofía de Córdoba ABC

Luis Miranda

Los médicos saben que la incidencia del ictus y del accidente cerebrovascular tiene que crecer en los próximos años . Es la consecuencia paradójica e indeseada de un dato positivo: si crece la esperanza de vida, también hay más posibilidades de padecer ciertas enfermedades. Cada año se habla de ello cuando se celebra el día en que se busca sensibilizar de la necesidad de evitar los factores de riegos que lo provocan. En los últimos meses , además, el crecimiento de los ictus también es una consecuencia de la pandemia del coronavirus .

Lo explica el jefe de la Unidad de Ictus del hospital Reina Sofía de Córdoba, Roberto Valverde, y tiene una explicación sencilla : «El Covid es una enfermedad que realiza un cambio en la coagulación de la sangre y facilita la formación de tromos. Y el ictus se produce por un trombo o por un coágulo que obstruye la artería y deja sin sangre parte del cerebro».

La relación está clara y los médicos lo han comprobado , sobre todo en pacientes que ya estaban curados de la enfermedad y a los meses han presentado accidentes cerebrovasculares. También en personas más jóvenes de lo habitual, porque el ictus suele atacar a partir de los 50 años.

El ictus en personas jóvenes tiene un pronóstico distinto , no porque la enfermedad se manifiesta de una forma diferente, sino porque su capacidad para recuperarse y superar ciertas secuelas es también mayor que cuando se cumplen años . Con este dato llega el día dedicado a la lucha contra una enfermedad que seguirá creciendo en los siguientes años, según lo haga también la esperanza de vida. Hasta un 30% en los próximos lustros.

«En las personas de menos de 50 años la respuesta es mejor cuando se aplica un tratamiento urgente », afirma Roberto Valverde, que insiste en que lo fundamental, cuando se presenta un ictus, es una actuación rápida para que el paciente esté en manos de los médicos lo antes posible.

« Tiempo es cerebro », resume el profesional, que cuenta cómo por la Unidad de Ictus del Reina Sofía , que es referencia para las provincias de Córdoba y Jaén, pasan unas 1.000 personas al año. Tres al día. Desde que el coágulo o trombo comienza a obstacualizar la arteria que lleva la sangre al cerebro , se pierden unos dos millones de neuronas por minuto , resume el médico, así que lo fundamental es llamar a emergencias conforme se notan los primeros síntomas: pérdida de fuerza en las manos, falta de sensibilibad en el hemicuerpo, alteración del lenguaje o curvatura de la comisura bucal.

Por la unidad especializada del Reina Sofía pasan al año 1.000 personas, con una media de tres al día

No hay ni un minuto que perder antes de llegar al hospital, para que los médicos apliquen los tratamientos que intente frenar el ictus agudo: birinólisis intravenosas y trombectomías mecánicas .

Antes que eso, los médicos insisten también en la necesidad de evitar los factores de riesgo que pueden provocar una enfermedad que se presenta sin avisos previos y cuyas consecuencias y secuelas pueden ser persistentes. Como explica Juan Manuel Ceballos , neurólogo del hospital San Juan de Dios de Córdoba , muchas tienen que ver con el estilo de vida, como el consumo del alcohol, el tabaco, la obesidad o el colesterol alto . También con enfermedades que entre sus complicaciones pueden conducir al ictus, como la diabetes y muy especialmente la hipertensión . El estrés y el sendetarismo , propios en ocasiones de la forma vida actual, también pueden conducir a un accidente cerebrovascular en ciertos momentos.

Consecuencias

No hay un perfil de paciente , pero la mayoría presentaban algunos de estos problemas asociados, aunque en el caso de las personas afectadas por el Covid, casi siempre más jóvenes de lo normal, no existían este tipo de factores y sí las complicaciones por las coagulaciones provocadas por los efectos del coronavirus en la sangre.

El ictus , explica, se puede presentar de dos formas . El isquémico es el que tiene el pronóstico menos complicado y consiste en que el cóagulo impide que la sangre llegue bien al cerebro y su evolución es distinta al hemorrágico , que supone la rotura de una de las capilares y con ello que la sangre inunde alguna de las zonas de este órgano del cuerpo . Y dependiendo de qué parte del cerebro sea, las consecuencias serán unas u otras.

Sea como sea, la atención precoz es lo esencial , porque las consecuencias de la enfermedad son severas . Roberto Valverde, el responsables de la Unidad de Ictus del Reina Sofía, explica que, en los países desarrollados, el ictus es la primera causa de muerte en las mujeres y de discapacidad grave en los hombres . ¿Por qué esta diferencia? Se vuelve entonces a la esperanza de vida, mayor en las mujeres, lo que hace que, si la padecen personas mayores, el pronóstico sea más delicado.

Hipertensión, colesterol alto, obesidad, diabetes, estrés, alcohol, sedentarismo y tabaco son factores de riesgo

Para luchar contra las consecuencias de esta enfermedad , los centros sanitarios han incrementado los recursos . Es el caso del recién creado Instituto de Neurociencias del hospital Cruz Roja de Córdoba , en el que el propio Roberto Valverde también ejerce como neurólogo.

El espacio, abierto en marzo, incorpora nuevos tratamientos para disolver los coágulos y atención de la enfermedad cuando se presenta, pero también procedimientos para la rehabilitación y la terapia cuando se ha conseguido frenar el avance y es necesario que el paciente se recupere de los muchos problemas que puede dejarle un ictus.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación