TOROS

La intrahistoria del gesto taurino de Ferrera en Córdoba con un joven que salió de un coma

La Sociedad de Propietarios de Los Califas le reconoce el detalle que tuvo con Edu, de 16 años

El torer Antonio Ferrera, tras subir a los tendidos a entregar su oreja a Eduardo Valerio Merino

Víctor Molino

Pasaban las ocho y media de la tarde del pasado jueves en la plaza de Los Califas de Córdoba . Fue el primer día de festejos taurinos. Tras obtener su premio, un torero, Antonio Ferrera , en el ecuador de su vuelta al ruedo , de repente, saltó al callejón para después incorporarse hasta el tendido y así sortear filas hasta llegar a Edu .

La historia no tendría trascendencia más allá de lo curioso que resulta que un matador suba para entregar a alguien el galardón recibido por su faena, una oreja , pero en realidad, sí que la tiene mucho más lejos de ese detalle. Porque ese gesto tuvo un significado milagroso . Ese momento fue único, asumiendo una carga emocional no vivida antes en dicho coso por los presentes.

Eduardo Fernández Martos Herrero es un joven de dieciséis años que tras sufrir hace dos años un derrame cerebral quedó en un «estado de mínima conciencia». Como explica su madre , Florinda Herrero «sólo se puede comunicar con la mirada» . Su cuerpo está postrado en una silla de ruedas, «Edu transmite mucha paz».

Desde el 11 de marzo de 2017, un capricho del destino propició que Edu conservara su vida desde otra perspectiva. Ya no sería el joven que fue hasta ese desdichado momento. No volvería a poder andar , ni a correr, ni a estudiar, ni a jugar ni a ir a los toros por sí mismo , por ejemplo. Sus familiares entendieron desde el principio que él ya no sería el mismo, pero sí que continuaría siendo Edu . Pese a haber estado «varios meses» en estado de coma , luchó para revertir esa situación y, entre otras cosas, poder volver a ir a una plaza de toros, una de sus pasiones.

Su familia ha tenido que sortear un sin fin de procesos donde se han intercalado varios diagnósticos, tratamientos y un inexplicable periplo de emociones. Florinda asegura que « estuvo muy mal , temimos mucho tiempo por su vida; tenerlo con nosotros es una bendición. Dios ha querido que esta cruz nos haya acercado más a la fe, a la familia, a los amigos. A veces, los caminos del Señor son incomprensibles . Pero ahora nos queda luchar y querer a Edu. Estamos muy agradecidos a la gente que no lo olvida».

En todos estos meses, su estilo de vida y el de s u familia han estado condicionados por el estado de su hijo , el tercero de cuatro hermanos, un chico muy querido entre sus amistades que desprende una vitalidad incomparable.

Edu ha tenido la capacidad de salvar su vida, de alguna manera, regalando un estimulo a todos los que tiene a su lado. El cariño que desgrana y su manera de afrontar la enfermedad son todo un ejemplo de admiración. Sin erigirse como protagonista, este cordobés se ha convertido en una mano, en un brazo amigo para quien quiere aferrarse a la realidad con todas sus connotaciones y consecuencias, con los buenos momentos y con los malos que ésta genera.

Sin saberlo, este ejemplo de superación inspiró a un torero el pasado jueves en la plaza de toros de Córdoba. Antes de comenzar el paseíllo se vieron en el patio de cuadrillas . En ese instante, Ferrera, que hacía unos días estuvo cerca de poder perder la vida antes de ser rescatado en el río Guadiana en Badajoz, mantuvo una charla con él.

Parece ser que el matador, «pidió a Dios que le diera la oportunidad de cuajar un toro para compartirlo con Edu », explica Florinda. Así sucedió. «Cuando subió a darle la oreja , a Edu le brilló la mirada . Agradecemos mucho ese gesto. Fue toda una sorpresa que nos ha emocionado mucho». Un astado con el hierro de Virgen María dio la oportunidad al torero de volver a revivir su tauromaquia, una tauromaquia que, a buen seguro, le repondría de sensaciones similares a las protagonizadas apenas dos días después en Las Ventas, donde salió a hombros tras una magistral tarde. De alguna manera, Ferrera había encontrado esa tarde en Córdoba un motivo más para revivir en torero , para crear bajo el mando de la inspiración.

La acción que protagonizó con Edu ha inducido a la sociedad de propietarios de Los Califas a premiar la actuación de Ferrera con el galardón «el detalle de la feria », como apunta Rafael Centeno, presidente de dicho colectivo. Un gesto que ha obrado un milagro, el milagro del toreo eterno, ese que permite tocar el cielo desde la tierra. Un lugar donde cada día habitan personas que se entregan en silencio aportando con su experiencia vital el verdadero sentido del destino. Gracias, Ferrera. Gracias, Edu .

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