GERENCIA DE URBANISMO
Interior finaliza el papeleo para poder edificar pisos en la vieja prisión de Córdoba
Estira al máximo la cifra de viviendas y puede proceder con los trámites de urbanización para vender solares
UNA de las operaciones urbanísticas de reforma interior (las que se llevan a cabo sin generar nuevos barrios) verá la luz esta semana por el permiso de la Gerencia de Urbanismo de Córdoba a la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (Siepse) a modificar las condiciones del plan especial regulador del suelo de la antigua cárcel de Fátima. Se trata de 25.000 metros cuadrados de terreno que dejó liberados la prisión y que quedaron en propiedad del Gobierno central a pesar de que el Ayuntamiento de Córdoba facilitó la operación de la peniteciaría de Alcolea y el Centro de Inserción Social de Alcolea. El Consistorio firmó un acuerdo hace ya 16 años con el objetivo de llevarse algo a cambio de la operación. No verá un euro pero sí tendrá suelo.
De la prisión, solo se dejó el antiguo pabellón de ingreso que ahora es un centro cívico. El resto del solar se quedó colgado con la llegada de la crisis inmobiliaria y económica. Durante las últimas semanas se han estado dando los pasos para que se pueda formalizar una actuación alejada de lo que está pasando en el mercado residencial: iniciativas cada vez más alejadas del núcleo principal aprovechando los cientos de miles de metros cuadrados recalificados en el último Plan General.
La Siepse recibirá el visto bueno de Urbanismo a una cuestión muy concreta que tiene que ver con el número de viviendas. Originalmente , el plan especial de reforma contemplaba la construcción de 190 viviendas . Con la nueva configuración , se irán a 236 pisos aunque sin modificar los metros cuadrados brutos de cada parcela. El procedimiento se ha realizado de dos maneras. En primer lugar, elevando del 70 al 80 por ciento la ocupación del las plantas primera en adelante (la baja tiene una ocupación permitida del cien por cien). En segundo lugar, realizando pisos más pequeños con el objetivo de adaptarse a una necesidad del mercado que tiene que ver con los modelos de familia. Ya no tienen tanta salida los pisos tradicionales de tres habitaciones y se demandan unidades con menos espacios y otras características.
Se trata de la segunda vez que se ajusta la edificabilidad de la parcela conforme a lo que ocurre en el barrio de Fátima, algo que sería poco procedente en el caso de propietarios privados. Para que saliesen los números, el equipo de gobierno de Rosa Aguilar y José Mellado decidió conceder una altura más (planta baja más seis) a las dos parcelas de 1.382 metros cuadrados cada una que dan a la avenida de Blas Infante. Las tres ubicadas en Nuestra Señora de la Merced quedaron con baja más cinco. Tienen unos 875 metros cuadrados cada una.
Las dos parcelas más grandes son las que saldrán al mercado -la sociedad gestora de Interior tiene la finalidad de vender el suelo urbanizado o por urbanizar- ya que esta es otra parte de la historia de las negociaciones . El Ayuntamiento de Córdoba presionó durante meses con la firma del acuerdo para que existiese una reserva de vivienda de protección oficial que definitivamente ha quedado fijada en 72 pisos . Dos de las tres parcelas, las que tienen menor superficie, están afectadas por un régimen de protección y tendrán que venderse a precio tasado con el objetivo de que salgan al mercado a los clientes con renta limitada.
Una de las cuestiones menos conocida del planteamiento del plan especial de reforma interior es que una parte del suelo le corresponde al Ayuntamiento de Córdoba (2.000 metros cuadrados) pero no para hacer negocio sino equipamiento . Originalmente, los vecinos apretaron lo suyo para que se creara un aparcamiento subterráneo. El Consistorio nunca entendió que una operación de esas características fuera posible a efectos prespuestarios. Sin embargo, se reservó una carta por si las plazas obligatorias que ha de hacerse bajo cada edificio no son suficientes.
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