Municipal
El Instituto de Deportes de Córdoba encarga un informe sobre la gestión de sus centros
Pide una evaluación económica para optar por la gestión directa o el régimen de concesión
El Instituto Municipal de Deportes (Imdeco) del Ayuntamiento de Córdoba ha dado el primer paso para poner orden en el lío que tiene desde hace años en la gestión de doce de sus equipamientos deportivos con el objetivo de realizar una licitación posterior que dé estabilidad a la actual situación.
En doce meses, la empresa especializada que gane el contrato tiene que entregar un análisis de las opciones que tiene el Instituto que dirige Manuel Torrejimeno (Cs) con las ventajas inconvenientes de cada uno. En concreto, cuál es el modelo ideal llevar la actividad de las instalaciones.
Las opciones que son gestión directa o indirecta . Es decir, llevar el día a día y cobrar el precio público con personal propio o contratado a una empresa externa o el régimen de concesión. En este supuesto una empresa es la que se haga cargo de cobrar las cantidades previamente establecidas asumiendo el contrato en riesgo y ventura tras competir con otras empresas por llevar esta gestión.
El documento que se pide no es solo un análisis de gestión de los centros que sea teórico sino que se establezca una opción para cada una de las instalaciones teniendo en cuenta la realidad del uso diario, el entorno socioeconómico o la capacidad de generar ingresos con acciones alternativas a la mera práctica deportiva.
Forman parte de este pliego los IDM Guadalquivir, Naranjo, Margaritas, Fuensanta (sala de barrio y piscina de verano), la piscina de la calle Marbella, Fátima, Valdeolleros, Ciudad Jardín, Santuario, Fidiana, Alcolea y Parque Azahara. En la lista no se encuentran las grandes instalaciones que tiene la organización municipal y que no entran dentro de este estudio. Son Vista Alegre (que cuenta con un equipamiento deportivo de apoyo al margen del palacio de los deportes), las pistas del Fontanar y la sala de Lepanto .
El pliego reclama también un estudio de viabilidad económica que, según la legislación, es un paso previo a un régimen de concesión administrativa. De hecho, se pide expresamente una estrategia de precios que permita la sostenibilidad de las instalaciones. Esas cantidades se fijan cada año en el expediente de ordenanzas municipales. La entrada de empresas privadas en régimen de concesión podría no ser atractiva con los precios que actualmente pagan los usuarios.
El informe explica que, en estos momentos, hay doce equipamientos deportivos bajo gestión directa lo que constituye una situación excepcional en la institución que no cuenta con personal suficiente para un control directo de las instalaciones.
El proyecto en manos del Imdeco pretende poner orden mediante la elaboración de una especie de plan general dep ortivo. En concreto, se quiere realizar un listado de obras necesarias para «recuperar la funcionalidad» de los equipamientos y realizar un mapeo de necesidades minucioso, centro por centro. Además, se ha previsto la realización de un programa de mantenimiento en cada una de las instalaciones. Es decir, cuánto dinero cuesta ponerlas en marcha, lo que tendría efectos sobre futuros contratos de concesión o sobre el desarrollo del presupuesto de la entidad si se opta por la gestión directa.
La gestión de las i nstalaciones deportivas del Ayuntamiento lleva años siendo un quebradero de cabeza por acuerdos en precario con organizaciones externas que se prorrogan una y otra vez para no tener que cerrar las instalaciones. Recientemente, el Imdeco tuvo que actuar de urgencia para mantener activas las instalaciones de Alcolea encargando su dirección de urgencia a la misma organización que tiene contratada la sala de Valdeolleros.
El Instituto Municipal de Deportes no tiene un problema exclusivamente con los IDM, la forma en la que llama a las salas repartidas por los barrios. En general, tiene un problema de estructura que aparece cada vez que hay que gestionar un espacio. La dirección de los campus de fútbol tuvo que ser alterada tras un informe de Intervención y ahora se prepara una ordenanza con el objetivo de que estos espacios sean gerenciados por clubes de fútbol base. En el caso de las piscinas, es prácticamente una tradición que se tengan problemas para ponerlo todo en marcha cuando llegan los días del verano.
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