CURSOS DE FORMACIÓN
Una institución a fuego lento
La decisión del Ayuntamiento de desligarse de la entidad en 2014 se sumó al parón de los fondos de la Junta
¿SE puede permitir Córdoba, una ciudad que aspira a la excelencia gastronómica, que la institución que tiene por cometido la formación de los profesionales del sector vea su nombre manchado por la mala gestión de los cursos de formación? La pregunta salta enseguida a tenor de los últimos acontecimientos relacionados con el mundo de la cocina: fresca está aún la noticia de que Noor, el restaurante de Paco Morales en el popular barrio de Cañero, acaba de convertirse en el segundo restaurante de la capital con una estrella Michelín. Morales comparte Olimpo con otros dos cocineros de la ciudad, que son el propietario de El Choco, Kisko García, y Celia Jiménez, la chef cordobesa que ya obtuvo otra estrella Michelín en el restaurante Lago de Marbella y que fue la primera mujer en España en hacerse con la distinción.
El caso de Celia Jiménez es especialmente ilustrativo sobre el ascenso y declive de la Escuela de Hostelería. La cocinera, que en la actualidad lidera el restaurante de las instalaciones deportivas del Open Arena en Poniente, llegó a tener el cargo de jefa del departamento de Cocina de la institución y tuvo por responsabilidad el adiestramiento de cientos de jóvenes que querían hacer de los fogones su medio de vida.
Sin el Ayuntamiento
Que la Escuela no está ahora a la altura de los objetivos que se planteó el Ayuntamiento —su principal promotor inicial— cuando la fundó en 2004 es una evidencia. Para empezar, el Consistorio se ha desligado de la institución, hecho que aconteció en la última etapa del mandato de José Antonio Nieto. Desde entonces, la tutela del organismo corresponde a Hostecor y a los sindicatos UGT yCC.OO. Al desentendimiento de la autoridad municipal se han sumado dos factores que han obrado en contra o que han ralentizado la proyección de la Escuela en los últimos años: el primero ha sido el parón de los cursos de formación, sucedido casi al mismo tiempo de la salida del Ayuntamiento del organismo; el segundo, la renovación de la dirección de Hostecor, que se produjo hace un año y que ha tenido que ponerse al día en la gestión de la entidad culinaria, que incluye responder por decisiones del pasado, como por ejemplo los cursos de formación subvencionados por la Administración autonómica.