Agricultura
Inquietud entre los cítricos de Córdoba por la falta de operaciones comerciales
Los agricultores de la Vega, preocupados por las cotizaciones que van a la baja
Hace ya algunas semanas que dio comienzo la campaña de los cítricos 2021-2022 en la Vega del Guadalquivir y, ni el ritmo de los trabajos de recolección en las alrededor de 12.000 hectáreas existentes en municipios como Palma del Río, Hornachuelos o Posadas, ni el número de operaciones comerciales que se están cerrando, sobre todo fuera de España, están siendo las esperadas. Todo esto repercute en los precios , que han experimentado una importante bajada en el último año. Cunde la incertidumbre entre los agricultores y entre la industria de la zona por estas circunstancias, aunque muestran su esperanza en que se pueda revertir en poco tiempo.
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La propia Administración es consciente de esta situación. En un reciente informe de coyuntura de la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca se apuntaba que continuaba la recolección de la naranja Navelina , pero de forma lenta y con unos calibres no excesivamente grandes, aunque la calidad de la fruta está siendo óptima además de que «la preocupación en el sector es importante, ya que ni el ritmo de compraventa, ni las cotizaciones en el mercado están siendo las esperadas en esta época del año».
«No tiene sentido que los precios bajen cuando las previsiones de la cosecha son menores este año», alerta Asaja
El presidente de la Sectorial de los Cítricos de Asaja en Córdoba, Nicolás González , señaló que la recogida de la naranja arrastra un cierto retraso debido a que la fruta ha tardado en desarrollarse y en adquirir el punto adecuado de calidad. «Este hecho lo han aprovechado nuestro competidores de países del hemisferio Sur, como es el caso de Sudáfrica y Argentina , para introducir más producciones suyas en el mercado nacional y en el europeo», recalcó este representante de la patronal agraria. A su juicio, la actividad comercial también se ha visto resentida porque «en Europa no ha hecho demasiado frío hasta ahora y eso ha reducido la demanda de nuestras naranjas».
La consecuencia de ello es el descenso de los precios que perciben los productores. Según los datos publicados por la Lonja de Cítricos que se celebra en la Cámara de Comercio, la cotización media de la navelina (primera variedad que se recoge en la temporada) se situó la semana pasada entre los 0,16 y los 0,23 euros por kilo, en función de su nivel de calidad, lo que supone una disminución de entre el 17 y el 30 por ciento respecto al ejercicio anterior por estas fechas.
Los precios y las previsiones
González explicó que «no tiene sentido que los precios bajen cuando las previsiones son que la cosecha sea este año menor». A este problema agregó el incremento de los costes de producción a los que tienen que hacer frente los agricultores, como es el caso de la electricidad, las semillas o los fertilizantes. «Es verdad que la situación del sector no es buena, pero es posible que en 20 días todo cambie con una mayor demanda de nuestras producciones como consecuencia de las fiestas navideñas», auguró el dirigente agrario.
Para el gerente de Guadex, Juan Martínez , existe más de una causa que explica este escenario. Por un lado, en su opinión, los almacenes europeos han guardado más producto de origen extracomunitario que en otras ocasiones, lo que ha repercutido en las operaciones y en el precio, «algo que es poco comprensible porque las previsiones de cosecha aquí apuntan a un descenso respecto al año pasado y tampoco hay un exceso de producción».
«Hay mucha preocupación en el sector porque desde Valencia tampoco hay demasiada demanda debido a que la cosecha prevista en el Levante es superior a otras campañas, por lo que los agricultores han optado por ralentizar la recolección a la espera de tiempos mejores», resaltó este directivo, quien indicó que «habrá que estar atentos al mercado en próximas fechas, ya que es posible que esta situación cambie si aumenta el consumo de naranjas en las semanas que están por venir».
Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía también se refirió a las dificultades por las que atraviesa el sector citrícola. Esta organización denunció el abandono que sufre esta actividad tras conocer la intención de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) de reducir las coberturas y garantías de los seguros para el cultivo de naranjas de cara a la campaña 2022-2023.
Una causa del escenario negativo hay que buscarla en que los almacenes europeos han guardado más producto extracomunitario
Desde su punto de vista, «este anuncio llega en un momento harto complicado para los productores y las cooperativas debido a que la escalada de los costes de producción y de manipulado debilita la rentabilidad de un sector ya de por sí dañado por la fuerte competencia de países terceros y por las inclemencias meteorológicas, cada vez más habituales y devastadoras». El cuadro de crisis lo resumen, pues las operaciones que el campo están prácticamente paradas, con el temor de los agricultores a que su naranja se pueda quedar finalmente en el campo, lo que podría suponer un desastre para la citricultura andaluza. A esta situación hay que sumar el incremento en los costes que se está dando en todos los escalones de la cadena: producción, manipulación y comercialización.