LA ENTREVISTA
Inmaculada Aguilar: «A veces parece que los andaluces lo arreglamos todo bailando y cantando»
Catedrática de danza, se da por satisfecha si la feria sirviera para que los incapacitados se decidieran a aprender a bailar
-Le advierto, antes de empezar esta entrevista, que tiene delante de usted a un tipo que lleva más de 30 años intentando aprender a bailar sevillanas, sin conseguirlo…
-¡Qué pena más grande, hijo!
-¿Y qué hago? ¿Insisto o desisto?
-Hombre, desistir nunca, pero igual tienes que plantearte otra forma de aprender y cambiar el objetivo: en vez de aprenderlas, intenta disfrutar de ellas. Igual te va mejor…
-No es mi idea, pero ¿las sevillanas se aprenden para ligar en la feria?
-Pues sí, es un baile de conquista; nació como tal. Es un baile hombre-mujer, fundamentalmente y en efecto, sirve un poquito para ligar, sí.
-Algunos valientes piensan que con par de botellas de vino en el cuerpo no les hace falta acudir a una academia para bailar bien.
-Dudo mucho hasta de que puedan bailar, porque ya sabemos que el alcohol te provoca no ser consciente de lo que haces, pero desde el punto de vista del afectado seguramente lo hará fenomenal.
-He presenciado algunas clases de danza y me fascina el idioma que utilizan entre los profesores y los alumnos: «taca taca- taca taca- tacatacatá», por ejemplo. Y se entienden entre ustedes…
-Claro. Se supone que nuestros alumnos en el Conservatorio de Danza tienen unos mínimos sentidos del ritmo y del compás. Partiendo de esa base, nosotros tenemos un lenguaje que ellos rápidamente captan, porque trabajamos muchísimo de oído. El sentido del oído, para la danza, debe estar muy desarrollado y lo que en flamenco llamamos «soniquete» es algo muy cotidiano para comunicarnos. Además de contar los tiempos y los acentos, muchas veces trabajamos con el «soniquete», que es la melodía que llevan los pasos.
-Si una señora me saca a bailar sevillanas ¿echo a correr o me dejo llevar?
-Si te has tomado antes las dos botellas de vino, además lo vas a tener complicado. Yo que tú echaba a correr.
-De todas maneras sí he observado que, para los que no sabemos bailar, es más importante la cara que los pies…
-Hemos hablado de las sevillanas como baile de conquista y por tanto, la expresión es fundamental. En la danza la expresión es muy importante y, aunque está en todo el cuerpo, se ve más en la parte del torso y del rostro. Es un lenguaje también y además universal.
-Hace unos años, en feria, batimos el récord Guinness de parejas bailando sevillanas. ¿Es más fácil encontrar gente para bailar que un puesto de trabajo?
-Indudablemente. España es un país rico en artistas, y Andalucía también, por supuesto, y es una pena que no haya trabajo para ellos.
-Cuando el español baila ¿es por lo mismo que cuando canta, que está fastidiado o poco le falta?
-Yo creo que sí, porque los españoles bailamos porque lo sentimos: es una necesidad vital. Y los andaluces sobre todo necesitamos el medio del cante y el baile para expresarnos. A veces parece que lo arreglamos todo así.
-¿Sirve la feria para que gente como yo vea la luz y se decida a aprender a bailar de una vez?
-Seguro que sí. Y a algunos hasta para dedicarse profesionalmente. Así que si eso ocurre, bendita sea la feria.
