EL NORTE DEL SUR
Informe de parte
El texto sobre la Mezquita-Catedral le da un sitio al debate de su titularidad que no está en la calle
El informe auspiciado por el Ayuntamiento de Córdoba sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral cumple una semana de vida sin que sepamos a ciencia cierta si quien lo encargó hace más de un año ha acabado de leerlo. La gente letrada que sí que ha llegado al punto y final ha sacado sus conclusiones, que vienen a resumirse en que el documento —de veinte folios, tampoco es que sea «El Quijote»— constituye más una defensa cerrada de las tesis —uy, perdón— radicales que pretenden a toda costa que el monumento deje de estar en manos de la Iglesia que una exposición fundamentada de la situación legal en la que se encuentra el bien. Un periodista que cubría el pasado sábado la comparencencia de la alcaldesa y el director de la comisión redactora, Federico Mayor Zaragoza, le preguntó a ambos que si durante la elaboración del texto habían contado con el Cabildo, esto es, que si al menos le habían llamado para que pudiera dar su punto de vista. «¿Para qué teníamos que hacerlo?», obtuvo por contestación el reportero. Hombre, más que nada para ofrecerle la oportunidad de una defensa legítima antes de que la cosa llegue a los tribunales, si es que llega.
Quienes han argumentado en estos días que el informe no hace otra cosa que dividir a la sociedad cordobesa tienen razón en todo menos en una cosa, que es en otorgarle a este debate un lugar preponderante en la escena pública. Porque no está en las conversaciones de la gente de a pie, porque preocupa lo mismo o menos que el lío con la tumba de Franco en el Valle de los Caídos o el nombre que van a tener en el futuro la calle Cruz Conde o la avenida de Conde de Vallellano. El chiste de Vic que ilustra esta página es un buen ejemplo.
El portavoz municipal del PP, José María Bellido, insistió en estas ideas veinticuatro horas después de que Isabel Ambrosio y el exdirector general de la Unesco difundieran las claves del texto que apela al Constitucional para que el templo deje de estar bajo la tutela del obispo. «El informe tiene menos papeles que la tesis de Sánchez», bromeó el candidato a la Alcaldía. No andaba descaminado. Este periódico publicó este martes las piezas históricas que demuestran la cesión de la antigua mezquita a la Iglesia y de los que no hay noticia en el trabajo que ha dirigido Mayor Zaragoza. Simplemente porque nadie de su equipo se molestó en llamar a la puerta que los conserva. «Si lo que quieren es una nota simple que sigan buscando, porque no la van a encontrar. Lo más aproximado que hay a una escritura son referencias escritas. Si no les vale es que no les a valer nada, que es lo que me temo», explican a media voz los registradores de la propiedad, los juristas, los especialistas en los archivos eclesiásticos. Y ahí está, la crónica de los Reyes de Castilla que inició Alfonso X El Sabio y que relata la toma de Córdoba y, un poco más allá, un ejemplar de la «Memoria Archivística de la Catedral de Córdoba» con una fotografía de la dote concedida por el monarca al obispo para la conservación del inmueble. «La pregunta es por qué no hay ni rastro de estos papeles en el informe de marras. ¿Qué pensaban, que nadie se iba a molestar en buscarlos?», añaden.
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