EXTINCIÓN DE INCENDIOS

Infoca, los guardianes del monte de Córdoba

Las prácticas diarias, las rutas de vigilancia, el entrenamiento físico y la formación continua son el día a día de los bomberos

Un grupo de bomberos del Dispositivo de Extinción de Incendios Forestales VALERIO MERINO

LORENA GAMARRA

«C207, ¿me recibe?» Así empieza la comunicación de un incendio a la brigada forestal del Infoca . Rápidamente, los bomberos se enfundan en su mono y equipo de trabajo y a apagar incendios se ha dicho mediante un despacho automático, o lo que es lo mismo: «Una brigada de helicóptero con un técnico de operaciones que toma las primeras decisiones», explica el subdirector del Centro Operativo Provincial de Infoca en Córdoba, César Vicente . A partir de ahí, se monta el operativo necesario dependiendo de la gravedad de la situación a la que se enfrentan.

Ellos forman el Dispositivo para la Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Andalucía , aunque perfectamente podría llamárseles guardianes del monte, ya que vigilan los bosques y se juegan la vida entre el fuego que nace en él. Aunque afortunadamente no hay incendios cada día, la preparación para enfrentarse a ellos sí es diaria.

Su jornada comienza a primera hora de la mañana con una sesión de prácticas que cambia constantemente. Hoy, en fila, tirados a un lado del camión, entrenan una maniobra de autoprotección para saber combatir la situación si se quedan atrapados por el fuego. Se llama adiestramiento de tendido de manguera y maniobra de autoprotección, como explica Vicente, y está dirigido por Manuel, el capataz del grupo especialista de Posadas .

El entrenamiento finaliza con éxito y los bomberos se van a la zona

El equipo lo componen 475 profesionales en las épocas de mayor riesgo, como el verano

de descanso para «estar frescos» en caso de emergencia. Mientras no haya ningún aviso, pueden permitirse descansar y charlar, siempre que no tengan formación o una ruta de prevención . Los retenes en ruta vigilan el terreno y las actividades de la gente que disfruta del campo, para evitar que realicen imprudencias que puedan ocasionar un fuego .

Mientras el equipo de tierra realiza sus entrenamientos, el de aire pone a punto el helicóptero, que se ecuentra operativo a las 10.00 horas, ya que los medios aéreos no pueden desplazarse a un incendio durante la noche, sólo los terrestres. Una vez terminado, disponen de una sala de descanso donde esperan la llamada que les notifique una emergencia.

Efectivos del Infoca en el centro de Los Villares VALERIO MERINO

Las emergencias se reducen a la mitad

La labor de este cuerpo no sólo ha logrado que «los incendios potencialmente graves se queden en nada», en palabras de Vicente,

La edad media supera los 40 años, pero nadie mayor de 60 puede estar en primera línea de fuego

sino que ha contribuido también a reducir a la mitad el número de emergencias en los últimos años . Mientras que la media de intervenciones hace una década rondaba las 140, en la actualidad esta cifra está entre las 50 y 60 por año, algo que han conseguido mediante campañas de sensibilización : «La gente quemaba mucho en terrenos forestales, ahora a nadie se le ocurre hacer ese tipo de cosas», explica el subdirector, que recuerda el incendio más grave de los últimos años.

Fue en el año 2007 y tuvo lugar en el campo de tiro de Cerro Muriano . Unas maniobras provocaron un fuego que quemó más de 4.000 hectáreas: «Fue el peor incendio de la última década», apunta. Desde entonces, afortunadamente, no se ha visto ninguno similar. De hecho, según el subdirector, «todos los días tenemos avisos de la torre o del 112, pero no todos se traducen en emergencias y no se interviene en todos».

Si alguien se pone a pensar en el equipo que llevan estos profesionales en el camión cuando se dirigen a una emergencia, posiblemente lo primero que le venga a la cabeza sean enormes mangueras , como es obvio, y a lo sumo, hachas. Pero entre los enseres básicos de los retenes también hay motosierras , desbrozadoras y azadas , entre otros utensilios propios del campo. Estas herramientas les ayudan a abrirse paso entre el monte y en algunas ocasiones a que el fuego no se expanda. Porque un incendio no se apaga sólo con agua .

Mucho más que apagar fuegos

Dentro de la formación de los bomberos forestales hay lecciones más allá de apagar llamas. La situaciones entre la maleza pueden ser tan diversas que deben conocer al dedillo las técnicas de primeros auxilios para los posibles rescates a personas que se quedan atrapadas. Y no sólo eso, también se les forma en vendajes y picaduras de mosquitos durante un incendio.

La media de edad de este equipo de profesionales supera los 40 años , lo que supone décadas de experiencia en cada ejecución. Aún así: «En cada grupo es importante que haya alguien muy joven y gente con experiencia», explica Vicente. El centro cuenta con un preparador físico que les evalúa con cierta frecuencia, y los que ya no están en condiciones óptimas son reubicados a otros departamentos. En cualquier caso, «con 61 años nadie puede estar en primera línea de fuego », señala Vicente.

Este gran dispositivo lo forman 475 profesionales en Córdoba en los periodos de mayor actividad, como el verano, y se distribuyen en

El Infoca recomienda precaución y, en caso de ver un fuego que no pueda controlarse, llamar al 112

las diferentes áreas que forman la pirámide de Infoca. A las 31 torres de control que se dedican a vigilar cada zona, se suman tres centros de defensa situados en Adamuz , Villaviciosa y Carcabuey . En Los Villares se encuentra este Centro de Operaciones, y no es casual: «Esta ubicación tiene una razón: cubrimos el 30 por ciento de emergencias en un radio de 10 kilómetros», argumenta Vicente. Este hecho está motivado por las residencias de verano : «Más de 30.000 personas se van a la sierra en esta época, y donde hay gente hay riesgo: colillas, infraestructuras eléctricas...», explica el subdirector del centro.

Las cifras aportadas por Vicente señala una proporción del 30 por ciento de intencionalidad y otro 30 por ciento por negligencia . El resto son accidentes y causas naturales , «no predominan los intencionados». Este año se han producido treinta conatos, siete incendios y en otras siete ocasiones han intervenido en terreno agrícola, unas cifras que entran en la media. La recomendación del Infoca para los ciudadanos es «tener precaución» y, en caso de ver alguna chispa que no puedan controlar, llamar a emergencias inmediatamente.

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