Religión
Indulgencias para los peregrinos del nuevo santuario de Villaviciosa (Córdoba)
Tras el cambio de catalogación del templo, la Iglesia podría conceder el perdón especial en años jubilares de la Virgen
![Vista de la ermita de Villaviciosa de Córdoba](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2018/08/29/s/ermita-villaviciosa-cordoba-ksKC--1248x698@abc.jpg)
La ermita de la Virgen de Villaviciosa dejará de serlo la semana que viene, para convertirse en algo mejor. El próximo 6 de septiembre el templo pasará a ser, oficialmente, un santuario mariano , lo que implica no sólo un cambio de estatus simbólico, sino también ventajas prácticas. El nombramiento coincide con el aniversario de los 30 años desde la coronación canónica de la patrona de esta localidad serrana, que tuvo lugar en 1988.
La iniciativa para convertir la ermita en un santuario partió de quien es el párroco de la localidad desde hace un año, Jesús Cañas . Nombrado sacerdote por la Diócesis de Córdoba, el padre Jesús Cañas había pasado mucho tiempo en Barcelona por motivos personales, hasta que solicitó el traslado el año pasado. Su destino fue Villaviciosa. «Llegué a un sitio nuevo para mí y vi esta devoción a la Virgen que hay aquí », ha indicado a ABC Córdoba el párroco. Por ello, «me tiré a la piscina para cerrar el círculo» que se inició con la coronación canónica. Cañas reconoce que ya antes hubo intentos para convertir la ermita en santuario, que no cuajaron por diferentes motivos.
En febrero de este año, el párroco de la localidad presentó un escrito oficial al Obispado, junto con la aprobación explícita de la junta de gobierno de la hermandad y del alcalde de Villaviciosa . Los trámites no tardaron mucho. El 9 de junio el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, firmó el decreto correspondiente. El prelado presidirá la solemne eucaristía que se celebrará el día 6 de septiembre a las 20 horas, que coincide también con la celebración de la novena de la Virgen de Villaviciosa.
Según ha explicado Jesús Cañas, la catalogación como santuario «conlleva que lleguen más peregrinos» hasta el templo de Villaviciosa. Pero además, como otros santuarios marianos, la Iglesia puede decidir conceder indulgencias en los años jubilares como ocurre, por ejemplo, en los Xacobeos de Santiago Apóstol. No obstante, esa es una decisión que dependería, según el padre Cañas, directamente de la Iglesia Católica.
Un pueblo volcado
El pueblo se ha volcado con la celebración de los actos, al igual que lleva haciendo con su Virgen desde hace siglos . Así, la conmemoración se ha organizado gracias a las aportaciones vecinales, las cuotas de la hermandad, rifas y hasta la venta de objetos marianos . No es de extrañar que el padre Cañas se sorprendiera al llegar a Villaviciosa de «cómo se veneraba a la imagen aquí».
En realidad, la imagen original no está en Villaviciosa, sino en la Mezquita-Catedral de Córdoba , a donde fue trasladada definitivamente hace algo más de 300 años, en 1698. No obstante, la devoción por la Virgen de Villaviciosa en la capital, que sigue procesionando, fue cayendo con el paso del tiempo. En Villaviciosa, sin embargo, el amor por esta pequeña imagen no languideció nunca, pues no en vano a ella se debe la creación del municipio del Valle del Guadiato.
La leyenda cuenta que la imagen original apareció en torno a mediados del siglo XIV en la localidad portuguesa de Vila Viçosa, cuna de reyes, reinas y duques en la frontera con Extremadura; por algo su nombre significa «ciudad rica» en portugués , y no lo que se insinúa en su traslación literal al castellano. Un pastor vaquero robó la talla y la trasladó hasta la serranía de Córdoba, donde empezó a venerarla en la oquedad de un viejo alcornoque hasta que se construyó el primer templo, que el que Felipe II cedió unos terrenos en 1590. En torno al culto a la Virgen de Villaviciosa se creó el pueblo del mismo nombre, con tal éxito que logró independizarse de Espiel, al que hasta entonces pertenecía, en 1775.
Desde entonces hasta ahora han pasado más de 400 años en los que la devoción de los corchúos no ha caído ni un ápice. Y ahora reciben su premio.
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