Francisco Poyato - PRETÉRITO IMPERFECTO
Incubadora de humo
Este mandato será recordado por su permanente estado gaseoso. Huraño con lo sólido
Este mandato municipal se recordará por su permanente estado gaseoso. Huraño con lo sólido. Siquiera un alimento de expectativas que llevarnos a la boca, pero no parece que vaya a ser posible en los postreros compases de esta gobernanza zen . Ni por casualidad la reciente moción de censura y su lección de márketing político de Sánchez con su fontanero de cámara va a suponer un acicate en este embotado ritmo que invade cualquier estancia del Ayuntamiento de Córdoba . A veces da la sensación de que la supuesta responsabilidad les pesara demasiado, cual aprendices de «bastaixo». Habitantes de una espesura cada vez más densa, los socios del gobierno municipal ya sólo reparan en cómo salir de una capa inmensa de humo que les permita hacerse visibles por alguna circunstancia. Por nimia que sea. Por ridícula que parezca. Por astuta y sutil que se muestre. Por cutre que resulte. Puro warholismo a la cordobesa. O ni eso. Caben ambas posibilidades.
El fiasco de la incubadora de empresas de base biotecnológica, que arrastra la pérdida de dos millones de euros por el Consistorio en ayudas que se dieron por otorgadas a cargo de la alcaldesa doña María Isabel en un acto con luz, taquígrafos, rector, consejero y cúspide médica..., es sólo el primer dobladillo de esta permanente cortina de humo. Cuesta reparar en un solo proyecto que este cogobierno municipal haya empezado y terminado en este mandato etéreo... Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic... ¿Les da para otra mano...?
El «monstruo» de El Arcángel iba a tener un preciso y precioso hotel con vistas a los atascos de la A-4 y las ovejas del meandro, pero no ha sido posible. El cogobierno cerró la Escuela de Hostelería y prometió una ilusión gastronómica que hoy se resume en la nada con nitrógeno. Se disponía a plagar de nuevos equipamientos al Sector Sur -uno de los distritos más pobres de España según el INE-, resucitando al Pabellón de la Juventud , desarrollando un complejo deportivo y comercial en San Eulogio o convirtiendo a la antigua escuela de Magisterio «La Normal» en un vivero de actividad. Todo ha sido pura simulación. La Normal es una mole colorista cerrada a cal y canto y sumida en la espiral interminable de la «Injerencia» de Urbanismo de informes y contrainformes. Como Penélope tejía y destejía en su melancolía helena. Y de los otros dos proyectos apenas nos queda como materia firme dos cartones infográficos.
El nuevo pulmón verde de la ciudad, el que lleva anunciando García tres años, apenas consta como terreno arado de tuberías de regadío. Levante Park habrá de volver a su categoría fantasmagórica quince años después de las primeras simulaciones de Doñarrosa. Nadie ha lucido como ella la política vaporosa. Al César, lo que es del César. A lo sumo habrá que conformarse con un adecentamiento del Parque del Canal para que los canes y las personas puedan disfrutar de horas de esparcimiento lineal. Incluso alguno de estos días epilogares que nos restan observemos fenómenos paranormales en la avenida de Trassierra : una excavadora, peones de obra y conos señalizadores...
El bluf de lo logístico es ya una corriente con entidad propia dentro del estado gaseoso. Caballerizas Reales , una ejemplar pelota en el tejado. El cluster halal , otra espumosa recurrencia que mira a la Meca. El Cercanías empieza a tornar en Lejanías. El pósito de la Corredera , ruina. El Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones del Parque Joyero, un cadáver en el armario. Y el convento Regina , un miserere... Que lo sólido no nos impida ver el humo.