Aristóteles Moreno - Perdonen las molestias
Incompatibilidades y tal
El reglamento interno ha sido una maniobra para fulminar a Nieto, peón de otra guerra
DICEN los analistas de la pomada que el señor Nieto ha caído en la penúltima operación de exterminio contra las huestes de Cospedal . Una pieza más en el tablero del poder. No sabíamos que bajo las aguas mansas del PP, se libraba una batalla encarnizada por la supervivencia. Pero oiga. El año viene levantisco y ahí tienen las guerras intestinas que desangran un día sí y el otro también a los partidos que se desviven cada mañana por el interés general y el bienestar de los ciudadanos.
El señor Nieto, presidente («in pectore») provincial y secretario de Estado de Seguridad, era, por lo visto, un peón de Cospedal en suelo andaluz. No hay día en que se acueste uno sin saber algo nuevo y este dato es fundamental para entender el mundo contemporáneo. Pues bien. La batalla orgánica de Andalucía, parece ser, la va ganando por goleada la vicepresidenta Soraya desde que colocó al responsable regional, señor Moreno Bonilla , con aquel dedazo espectacular y triple salto con tirabuzón.
Por razones difíciles de precisar, el señor Nieto y el tal Fernández de Moya , presidente provincial de Jaén, se alinearon con la secretaria general del partido, en la convicción, suponemos, de que se cobijaban bajo la manta del poder. Ahora, a tenor de los últimos acontecimientos, vamos viendo que se metieron en la calle equivocada. Esas cosas pasan. Te subes a un caballo que galopa veloz hacia la meta y, luego, en la última vuelta descubres que cabalgas a lomos de un poni .
Cospedal y Soraya, lo acabamos de decir, mantienen un pulso político tremebundo en suelo peninsular. ¿Qué modelo de partido defienden? ¿Qué visión del país? No tenemos la menor idea. Posiblemente ellas tampoco. En el interior de las formaciones políticas se desencadenan combates despiadados sobre argumentos vacíos. Mercenarios que asaltan tal o cual objetivo, cuerpo a cuerpo y casa por casa, sin saber exactamente por qué.
Al señor Nieto le han aplicado el reglamento de incompatibilidades como podrían haberle aplicado la silla eléctrica. El caso era fulminarlo. Y para ello han utilizado el arma arrojadiza que tenían a mano. En el partido de la señora Cospedal, la acumulación de cargos ha sido marca de la casa. Baste observar la capacidad atómica que tiene la propia secretaria general para dirigir el partido, sentarse en el consejo de ministros y pasar revista a la tropa. Por las tardes, además, mientras toma el té con pastas, remueve el puchero orgánico de Castilla La Mancha . Para eso hay que tener talento. Y Cospedal, según se ve, lo tiene sobrado.
De todo esto podemos inferir que el partido desenfunda el reglamento de incompatibilidades para disparar contra según qué objetivos . Contra el señor Antonio Sanz, por ejemplo, presidente provincial de Cádiz y delegado del Gobierno en Andalucía, se ha encasquillado la bala. Seguramente porque es una pieza de la señora Soraya Sáenz de Santamaría. Y la vicepresidenta, por lo visto, va ganando la guerra junto al señor Maíllo y Juanma Moreno Bonilla.
Tanto es así que el presidente regional ha declarado con mucha gracia andaluza (y mucho cinismo) que el señor Nieto se ha apartado de manera voluntaria del liderazgo provincial para asumir altas responsabilidades de Gobierno. Es algo que le honra, dijo Moreno Bonilla el otro día aguantando la risa. Hay días, desde luego, en que las reyertas que se desatan en el interior de los partidos son un monumento al sentido del humor .