Agricultura

Los huertos urbanos toman el relevo de los pequeños productores tradicionales de Córdoba

Un estudio de Diputación aflora el auge de esta tendencia con 831 espacios de cultivo repartidos en 20 municipios

Un hombre observa el estado de sus hortalizas en un huerto urbano Valerio Merino

Pablo Cruz

La huerta tradicional ha sido una actividad que históricamente ha estado muy presente vinculada con un cierto tejido empresarial en zonas de la provincia como la Vega del Guadalquivir o la Subbética con claros ejemplos en municipios como Palma del Río o Cabra . El crecimiento de las explotaciones agrarias para dar respuesta a las crecientes necesidades de alimento de la sociedad originó que esta forma de trabajar la tierra perdiera presencia en el territorio. Sin embargo, en los últimos años desde la iniciativa privada y la pública se ha fomentado la recuperación de estas pequeñas plantaciones , los conocidos como huertos urbanos.

El Centro Agropecuario Provincial , dependiente de la Diputación , publicó en 2018 un inventario con estos reducidos espacios productivos ubicados en suelos cedidos por los ayuntamientos. En ese documento se señala que « los huertos urbanos tienen su origen en los huertos tradicionales , que eran ecosistemas agrícolas situados cerca del lugar de residencia, donde en un espacio reducido se podían encontrar árboles frutales, verduras, hortalizas, tubérculos,… que proporcionaban alimentos y condimentos a los habitantes de las zonas rurales, abasteciéndolos durante todo el año». Según el informe, de este modo, «las comunidades eran autosuficientes, además de que se generaba una fuente de ingresos complementaria como consecuencia de los mercados locales».

Desde la institución provincial se destaca que, además de los beneficios sociales y medioambientales , «los huertos urbanos permiten el uso de variedades hortícolas locales o autóctonas de nuestra provincia y en régimen ecológico, por lo que estamos contribuyendo a la recuperación de una material vegetal propio y a la diversificación productiva a nivel local mediante la utilización de cultivos complementarios a los existentes».

Según los datos actualizados por el Centro Agropecuario Provincial, son 831 los espacios de estas características existentes en la provincia, aunque fuentes de este organismo reconocieron a ABC que el número total será mayor con toda seguridad atendiendo a las iniciativas propiamente particulares. El estudio contabiliza 20 localidades del Sur de Córdoba y de la Vega y el Alto del Guadalquivir donde se encuentran estas pequeñas zonas productivas, que cuentan, en su mayoría, con incipientes sistemas de riego para sus producciones. Son Algallarín, Baena, Cabra, Castro del Río, Doña Mencía, Fernán Núñez, Fuente Carreteros, Fuente Palmera, La Carlota, La Guijarrosa, La Victoria, Lucena, Montalbán, Montilla, Montoro, Palma del Río, Posadas, Priego de Córdoba, Puente Genil y Zuheros .

Tierras de subsistencia

Otro origen de estos minifundios se encuentra en los huertos familiares, un tema sobre el que ha escrito varias publicaciones el catedrático de Geografía de la Universidad de Córdoba (UCO), Bartolomé Valle. Según explicó este profesor, estas propiedades formaron parte de «una reforma agraria que se llevó a cabo a mediados del pasado siglo en España para afianzar a la población rural en aquellas zonas más deprimidas y con grandes explotaciones agrícolas con el fin de que las familias pudieran contar con un pequeño espacio de tierra para sembrar y, de este modo, tener un sustento para poder vivir». Ejemplos de estos huertos se encuentran el varias localidades de la provincia, como Montoro, El Carpio, Pedro Abad, Guadalcázar o Puente Genil.

Sin embargo, según informó Valle, esta iniciativa empezó a decaer en las décadas de los años 80 y 90 al edificarse muchas de estas propiedades y convertirse en parcelas privadas para el tiempo de ocio. Según detalló, los huertos urbanos son herederos de estos espacios. A su juicio, estos recintos de menor tamaño «son una fórmula muy positiva de favorecer el envejecimiento activo, al mismo tiempo que se permite volver a las antiguas formas de trabajar en las zonas rurales y se consiguen evidentes beneficios para el medio ambiente».

Siembra de hortalizas para el autoconsumo V. Merino

La asociación Subbética Ecológica trabaja desde hace 13 años en la recuperación de estos sistemas agrícolas tradicionales en esta comarca del Sur de la provincia. Su coordinador, Rafael Arroyo , indicó que «la huerta forma parte de la cultura de poblaciones como Cabra o Priego de Córdoba desde hace mucho tiempo».

Este experto señaló que, «a raíz del cambio del modelo agrario en la década de los 50 del pasado siglo, surgió el sistema agroindustrial y el monocultivo mucho más mecanizado de lo que había hasta entonces, lo que provocó que muchos huertos, que se dedicaban a sembrar cultivos de temporada para autoabastecimiento y para su venta en mercados cercanos, cambiaran sus prácticas para adaptarse a la nueva realidad». Según afirmó, estos pequeños espacios no terminaron de encontrar rentabilidad al incrementarse en gran medida los costes, no haber relevo generacional y globalizarse la comercialización, «por lo que muchos de estas huertas se abandonaron o se edificaron».

Arroyo explicó que «a través de nuestra asociación intentamos apoyar a los huertos existentes en la comarca mediante la venta de sus productos en mercados locales para reducir intermediarios y, así, conseguir precios justos para los productores». El coordinador del colectivo indicó que «existente una gran variedad de cultivos con los que trabajamos al basarnos en la temporada en la que nos encontremos, como pueden ser las habas, las zanahorias o las alcachofas en primavera, o los tomates, los pepinos y los calabacines en verano».

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