CORONAVIRUS CÓRDOBA
Los hosteleros de Córdoba: «Aquí, se trabaja de verdad tres o cuatro meses, y los hemos perdido»
El sector vuelve a medio gas en plena temporada baja, castigada por el Covid

Córdoba es eminentemente mayo y primavera. Y más aún para la hostelería , un pilar de la economía local , donde representa entre un 12% y un 13% del PIB, según datos de Hostecor (patronal del sector). Sin embargo, el estado de alarma arrebató a la ciudad y a sus empresarios de la hostelería el tiempo más preciado de actividad, la temporada alta .
Esto supuso un brusco descenso interanual del 90% en sus contrataciones en el conjunto de la provincia durante el segundo trimestre de 2020, según datos del Servicio Andaluz de Empleo. Sin Cata, sin Cruces, sin Patios y sin Feria y con la clientela local tocada por la recesión, la mayoría de bares, restaurantes y hoteles abiertos en la ciudad se enfrentan a una situación complicada . Sin apenas viajeros y en temporada baja tratan de recuperar parte de los ingresos perdidos mientras atisban un septiembre y octubre -segunda mejor época turística del año en la ciudad- sombríos.
La nueva normativa aprobada por el Gobierno central y la Junta y la incertidumbre por el repunte de casos en todo el país no invitan al optimismo. Mientras, las miras se sitúan ya en la próxima temporada , la primavera de 2021 . Los hosteleros de Córdoba encuentran en el turismo de proximidad y los vecinos de la ciudad una tabla de salvación para sobrevivir en un año perdido para el sector. ABC recoge en este reportaje tres testimonios de cómo salen adelante.
Sergio Bueno (Hotel Los Patios)

Sergio Bueno es la segunda generación de propietarios del Hotel Restaurante Los Patios, enclavado justo enfrente de la torre de la Mezquita-Catedral . El estado de alarma les cogió con todo el personal y preparativos listos para el inicio de la temporada alta y, de pronto, se toparon con el cierre total .
«Todo el personal pasó al ERTE y estos tres meses y medio se nos han hecho muy largos», comenta el gerente de este negocio familiar . Tras la reapertura el pasado 1 de julio reconoce que «la cosa no está bien», y los 11 miembros de la plantilla han tenido que reincorporarse a media jornada , mientras que la otra media continúan en ERTE.
El hostelero sitúa el volumen actual de su negocio en algo menos del 50%. «Vamos a medio gas en el restaurante y el hotel a pesar de tener un precio económico», reconoce. Ante esta situación solo pide que «los brotes no vayan a más y que, sobre todo, no se vuelva a restringir la movilidad» para que, al menos, la empresa pueda cubrir los costes .
El perfil de su clientela también ha cambiado. Con la desaparición del turismo internacional , la mayoría de personas que se hospedan son «parejas y familias» de otras partes del país que se aproximan a la costa y, a su vuelta, hacen una breve parada en Córdoba. «Las reservas suelen ser a última hora», explica Bueno.
Mercedes Moreno (hostal La Piquera)
Puede parecer una locura emprender en tiempos de coronavirus , pero eso es lo que Mercedes Moreno y su pareja han decidido hacer, y además en el sector de la hostelería . «Abrir es una decisión arriesgada, pero como era nuestro local y dudábamos que otra persona lo fuera a alquilar ahora mismo, ante esta situación, nos decidimos a hacerlo», explica la recién estrenada gerente de La Piquera hostal, justo al lado de la Mezquita-Catedral.
Ellos abrieron el establecimiento el pasado 1 de julio y aunque la afluencia no es muy elevada, están «mejor de lo que esperábamos». Hasta el punto de que en agosto han realizado su primera contratación en el establecimiento.
La familia de Moreno también es propietaria del Mesón El Tablón, a escasos metros de su hostal. Un establecimiento especializado en servir comidas para grupos que no han podido reabrir. «Esta zona es turística y está diseñada para el público internacional, la gente local va a otros sitios», explica.

Lourdes Hornillo (taberna El Patri)
La Taberna El Patri es un local con dos siglos de historia enclavado en la plaza de la Corredera . Desde hace cinco años, Lourdes Hornillo y su socio son los encargados de este bar con solera que reabrió sus puertas, al 50%, a mediados de mayo.

«Ha sido un batacazo total. En Córdoba, a lo largo del año, se trabaja de verdad tres o cuatro meses, y son precisamente los meses que hemos perdido», comenta Lourdes.
Ahora, ya al 100% de capacidad, han logrado recuperar a los tres miembros de su plantilla del ERTE . «Antes metíamos a gente extra los fines de semana, pero en estos momentos no me puedo arriesgar a contratar a un empleado más», confiesa la hostelera , que se muestra muy insatisfecha con las últimas medidas del Gobierno central y la Junta que les obligan a adelantar una hora su cierre.
«En Córdoba en agosto no hay nadie al mediodía, la gente suele llegar a las nueve y a las doce ya tenemos que empezar a decir que no aceptamos a más clientes, así que al final trabajamos tres horas a pesar de estar aquí catorce horas al día», explica Lourdes. Y aunque ha perdido los ingresos por los turistas, sigue contando con su clientela tradicional . «El viajero es un plus, pero siempre hemos tenido clientela local», concluye.
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