Dos horas de espera para no perderse la Cata del Vino

Pablo Rey, un asturiano residente en Córdoba desde hace diez años, ha sido el encargado de inaugurar este sábado la Cata del Vino en el Palacio de la Merced. Al fin ha podido mostrar a sus parientes, recién aterrizados de tierras asturianas, las bondades del Montilla-Moriles. Pero para ello ha tenido que pagar un precio muy alto, ni más ni menos que dos horas de espera .

Desde las 11 de la mañana ha estado Pablo Rey haciendo cola para no quedarse sin acceso a la cata. «El viernes vinimos pero no pudimos entrar» ha contado a este periódico. No estaba solo. A pocos minutos de llegar le dio la vez a Antonio Espejo, un valenciano que ha decidido irse pronto para el recinto junto a su familia siguiendo «la recomendación del hotel» en el que se aloja durante este fin de semana en Córdoba .

A pesar de que desde la organización del evento, a cargo de El Consejo Regulador de la DO Montilla-Moriles , han asegurado que aunque "el viernes sí que hubo colas hasta las doce de la madrugada, nadie se quedó sin entrar» varios de los visitantes de este sábado han coincidido en que la primera jornada de la cata se encontraron con algún problema a la hora del acceso . «Nos tuvimos que ir con las mismas» cuenta el joven Joaquín Fernández.

«Yo vengo todos los años y siempre pasa lo mismo» ha añadido Demetrio Murillo, «bien podrían darle una solución o buscar otra sede». «Esto parece la cola del paro más que la Cata del Vino » ha sentenciado para risas del resto de personas que componían la cola y que a veinte minutos de abrir las puertas del evento ya llegaba a la altura del antiguo centro sanitario en Avenida América. Hay ganas de Cata y ganas de mayo festivo cordobés .