PERDONEN LAS MOLESTIAS
Hola, demócrata
En Facebook, opiné que los cubanos merecen democracia y en pocos minutos se nubló el cielo de mi muro
La semana pasada me crucé con un concejal del Ayuntamiento de Córdoba en la calle Claudio Marcelo . Cuando pasó a mi lado, nos saludamos con la cordialidad que ordenan los patrones de la educación más elemental. «Adiós, demócrata» , me dijo , a caballo entre la cortesía y el reproche. La expresión me provocó un extraño desconcierto. Pero, en cuanto la coloqué en perspectiva, comenzó a tener sentido propio.
Dos días antes, Cuba había registrado una inusitada oleada de protestas ciudadanas en un país cuyos derechos fundamentales se encuentran severamente restringidos. Colgué en mi muro de Facebook la noticia y añadí mi deseo personal de que los cubanos y las cubanas merecen democracia, libertad y derechos civiles en la misma proporción en que los merecimos los españoles bajo la dictadura de Franco.
En pocos minutos, se nubló el cielo de mi muro y recibí un chaparrón de justificaciones, alegatos y coartadas en defensa de la laminación de derechos civiles verdaderamente encomiable. El partido del señor concejal del que les hablo luchó duro para ensanchar las libertades democráticas en España . Recordemos brevemente. El derecho de reunión. El derecho de manifestación. El derecho de asociación. La libertad de expresión. El derecho a elegir libremente a nuestros representantes públicos. Todos esos derechos, en fin, que han permitido que el señor concejal pueda defender su visión del mundo en el pleno municipal de Córdoba sin que un agente del Ministerio del Interior llame a la puerta de su casa a horas intempestivas.
Supongamos que Cuba ha ensayado modelos de justicia social que le han permitido alcanzar estándares de sanidad y educación universales muy por encima de países de su entorno geográfico. Supongamos que esas conquistas nos parecen indiscutibles. De acuerdo. Pero secuestrar, como contrapartida , derechos individuales inalienables se nos antoja una transacción política poco (o nada ) defendible en pleno siglo XXI.
La razón por la cual el señor regidor trabaja cada día por ampliar y mejorar los derechos democráticos de sus conciudadanos al tiempo que se esfuerza en estrechar los de los cubanos es un misterio de difícil explicación. Una de dos. O se trata de una impostura la primera parte de la proposición. O lo es la segunda.
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