HISTORIA
¿Qué hizo Alfonso XIII en una de sus visitas más importantes a Córdoba?
Tal día como hoy de hace 93 años, el monarca quiso conocer de primera mano las obras del embalse del Guadalmellato
Recién pasada la Navidad de 1925 , el alcalde, José Cruz Conde, recibía una llamada del Palacio Real en la que el inspector de los Reales Alcázares le informaba de que Alfonso XIII iba a visitar Córdoba el 15 de enero para conocer las obras de construcción del embalse del Guadalmellato , que en esas fechas habían experimentado una progresión importante. El interés de este alto funcionario era que el Ayuntamiento de Córdoba se encargase de elaborar el resto de la agenda para esa jornada, que terminaría en Moratalla , en donde asistiría al día siguiente a una montería.
Cruz Conde contó con escasas horas para hacer un borrador con el que viajó esa misma noche en el expreso a Madrid, donde, con escaso margen de maniobra , debía cerrar el programa de actos. No era la primera vez que el Rey visitaba Córdoba y ya se contaba con algo de experiencia, pero el alcalde quería ofrecer algo nuevo . La casualidad hizo que el alcalde regresara enfermo de Madrid, con una fiebre muy alta , que le obligó a guardar cama hasta la misma víspera de la visita real, cuando no tuvo más remedio que acudir al Ayuntamiento para cerrar algunos flecos pendientes de la presencia del Rey.
Completa visita
Alfonso XIII llegó a la estación a las 9.25 de la mañana y allí le esperaban las autoridades de toda índole : políticas, militares, judiciales, eclesiásticas, así como altos funcionarios, aristócratas, banda de música, cuerpo consular y los niños de las escuelas nacionales, entre otros colectivos. Pero prácticamente no hubo tiempo de nada, ya que el Rey ocupó su asiento en el automóvil previsto, junto al alcalde y el ingeniero de las obras del Guadalmellato, Vicente de la Puente. El séquito partió a toda velocidad, y a las 9.35 era aclamado en Alcolea y poco después estaba a pie de obra. Allí conoció los canales, los túneles, el sifón, el puente y el embalse . En La Tabla de Don Sancho montó en una canoa para recorrer la presa de derivación, en donde abrió las compuertas para inaugurar el paso del agua a los canales.
De regreso, la comitiva paró en la finca Ribera, donde Alfonso XIII conoció las instalaciones de la Remonta . A las 13.00 hacía su entrada en la ciudad por Campo Madre de Dios , desde donde se dirigió hasta la avenida de Cervantes, en donde estaba prevista la visita a las bodegas Cruz Conde . Antes de entrar en las mismas, el Rey fue primero al domicilio de Rafael Cruz Conde para asearse y limpiarse el polvo acumulado durante la visita al Guadalmellato. Allí estaba la familia del hermano del alcalde, numerosos invitados y los trabajadores de esta firma comercial. En el recorrido, el monarca cogió una tiza y estampó su firma en una de las botas, antes de finalizar la visita en la que «hubo abundancia de todo y se obsequió a los concurrentes con exquisitos dulces, fiambres y manjares , descorchándose licores de delicado gusto», como recogió la prensa.
El monarca pidió que «se acaben pronto las obras y no sufran más las consecuencias de los vaivenes políticos»
Seguidamente, se celebró el banquete oficial, que sirvió el Hotel Regina en el salón de Plenos del Ayuntamiento, con ciertos guiños al ilustre visitante en el extenso menú, con platos como Huevos a la Regente o Crema Real , que se acompañaron con vinos en los que no faltaron los de Cruz Conde. El alcalde, en los postres, después de agradecer la visita reclamó a Alfonso XIII que se terminen de una vez las obras del Guadalmellato «y no sufran las consecuencias de los vaivenes políticos» .
Terminado el banquete, el Rey marchó a la plaza del Potro , en donde recorrió la dos plantas del Museo de Bellas Artes y después acudió al vecino estudio de Julio Romero de Torres , en donde el pintor le mostró lo último de su producción. Terminada esta visita, la comitiva acudió hasta el Paseo de la Victoria , lugar fijado para la despedida de todas las autoridades y, en otro vehículo marchar hasta Moratalla .