Seguridad
Historias de policías de Córdoba que se jubilan tras vivir los años duros del terrorismo
La Policía Nacional homenajea a los agentes retirados en el 196 aniversario del Cuerpo
![Los agentes Ruiz, Crespo y Lara en el homenaje en la Diputación de Córdoba](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2020/01/17/s/policias-jubilados-cordoba-kJv--1248x698@abc.jpg)
Manuel Lara , subinspector de Policía, entró en el Cuerpo en enero de 1978. Estuvo en Vitoria en la época dura del terrorismo de ETA . Formó parte de las compañías de reserva general en Ciudad Real donde permaneció 20 años. De ahí a Gerona, y como cabo de Policía Nacional volvió a Ciudad Real. Trabajó en Sevilla y Viladecans en Barcelona durante tres años. Recuerda como el peor traslado el de Cataluña. Sus hijos entonces con 7, 8 y 10 años llevaban mal estar obligados a hablar catalán. Desde el año 98, en Córdoba.
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Como agente de Seguridad Ciudadana en Vitoria vivió de cerca atentados de ETA en los que murieron cuatro compañeros. El subinspector Lara cree que sólo si estas allí sabes lo que se sentía. «Fuimos 80 policías a Vitoria ese año y quedamos 35 compañeros, el resto se fue del Cuerpo porque era complicado», asegura. Este subinspector aún recuerda que la noche anterior a pisar suelo vasco un atentado había acabado con la vida de dos agentes del Tedax . Lara relata cómo estos dos policías especialistas en explosivos fueron a coger unas gafas y les estalló la bomba. Era septiembre del 78 y el ambiente allí era catastrófico. «Te piensas si continuar y seguir adelante. La vocación es lo único que hace que continúes», recuerda. Ya en Córdoba, en Seguridad Ciudadana y en la Oficina de Denuncias ha culminado Lara una carrera de 42 años al servicio de España. Lara es uno de los policías que se han jubilado en Córdoba en los últimos meses y que fueron condecorados ayer en el acto del 196 aniversario del Cuerpo en el Palacio de la Merced.
Con lágrimas de emoción
Junto a él y otro de los «grises» (el color del uniforme cuando empezó como agente), Antonio Cresp o recuerda su vida en la Policía Nacional con lágrimas de emoción en los ojos. Crespo estuvo en primera línea. Recién salido de la Academia fue a Madrid, luego Barcelona, Montilla y Zumárraga en Guipúzcoa. Ese destino lo marcó para siempre. Era finales de los noventa, lo que él llama en tono irónico «los años buenos» del terrorismo.
Cuenta como si de una batalla más se tratara que sufrió cinco atentados. Y salió indemne de todos menos de uno en el que murió delante de sus ojos un compañero acribillado a balazos cuando bajaban de un tren en la estación de Zumárraga. Era el peor sitio. La zona cero del terrorismo de ETA.
Crespo recuerda que él junto a otros agentes vivían en San Sebastián e iban a Zumárraga en coche todos los días. «Siempre pinchábamos, nos tenían marcados. Decidimos ir entonces en nuestros coches particulares, para disuadirlos, pero también nos dimos cuenta de que nos tenían fichados. Entonces cogimos el tren, que nos parecía seguro», recuerda. De poco les sirvió. En agosto de 1980, Crespo iba junto a cinco agentes, al bajar del tren les esperaban los pistoleros de ETA en la estación. Su compañero iba el primero y lo acribillaron. La imagen no se le borrará jamás de la cabeza pero intenta olvidarlo. La experiencia del agente Crespo, que vive en Montilla, no acaba ahí. También estuvo en el momento justo en el lugar exacto: la tarde del 23- F en el Congreso de los Diputados . Formaba parte del servicio de protección del Congreso pero entró la Guardia Civil y les dijo que les relevaran. «Nos pilló desprevenidos», cuenta.
Y no fue la única jornada aciaga para este agente de la Policía Nacional que le pilló de servicio la fatídica madrugada del 17 de diciembre de 1983 , en la discoteca Alcalá 20 de Madrid. 82 cadáveres y más de 20 heridos muy graves. Las imágenes dantescas no se le borran. Acudieron a sacar a heridosy fallecidos a la calle. «No se puede imaginar lo que son personas quemadas », cuenta con tristeza. Cuarenta y tres años de servicio que no cambiaría por nada, asegura.
Fernando Ruiz es otro de los «grises» con 36 años en activo. Dos años en San Sebastián y País Vasco y 15 años en atidisturbios. Era otra época, había «respeto» a los grises. Los últimos 18 años en la Brigada de Información en Córdoba. Pero en su mochila -siempre con la maleta preparada- ha estado de Bilbao a San Sebastián , pasando por las islas con la huelga de contenedores, patidos Barcelona- Real Madrid, la visita del Papa a Galicia o la Expo 92».