Misiva
Los hijos y la viuda de Anguita: «Gracias a quienes nos han prestado ayuda en este momento tan doloroso»
Los familiares del exalcalde difunden una carta en la que agradecen «la calurosa despedida» del político
«Tras la irremediable pérdida, los hijos y esposa de Julio Anguita queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento y reconocimiento a todas y cada una de las personas que, de una u otra forma, se han visto implicadas en este proceso tan doloroso para nosotros». Así empieza la carta que los hijos y la viuda del exalcalde fallecido han redactado para dar las gracias a los ciudadanos por las muestras de cariño que han recibido.
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«Gracias a Emergencias 061 , por la rapidez tras el aviso e inmediata actuación del equipo que lo atendió en su domicilio y lo trasladó al hospital; a los médicos, enfermeros y auxiliares de la UCI , por su gran profesionalidad, dedicación y humanidad, tan importante en esos momentos; al personal de Cecosam y la empresa funeraria; al Ayuntamiento de Córdoba : alcalde, exalcaldes, representantes de grupos políticos, jefa de Protocolo, Policía Local, personal de servicios, a la violinista cuya interpretación del adaggio de Albinoni seguro que sí oyó Julio, a pesar del clamor de la calle», indica la misiva.
A las cámaras autonómica y nacional
Y cotinúa el escrito: «Gracias al Congreso de los Diputados y al Parlamento de Andalucía , por su sentido recuerdo hacia quien también formó parte de ambas cámaras de representación de los ciudadanos, así como a todas las instituciones, entidades y organismos que han enviado sus mensajes de condolencia».
«Y gracias a cuántas personas cercanas nos han prestado su ayuda durante estas últimas semanas. Y, cómo no, a tantas personas que con sus calurosos y sentidos aplausos despidieron a Julio», se extienden Ana, Juan Antonio, Carmen y María Agustina .
Los parientes del excoordinador general de Izquierda Unida recuerdan que «la normativa por el estado de alarma no posibilitaba la entrada a la capilla ardiente y así se respetó escrupulosamente. Julio no habría permitido que fuese de otra forma. Pero fue velado y despedido con honores en la institución donde él empezó lo que sería su vida: el servicio a los demás y la lucha por un mundo más justo»
«A todos y todas, MUCHAS GRACIAS», se despiden en mayúsculas.