GUERRA RUSIA-UCRANIA
Zarik Kurkchyan y Oksana Nondar, ruso y ucraniana en Córdoba: «Vemos el conflicto con impotencia»
El músico ruso Zarik Kurkchyan y la sanitaria ucraniana Oksana Nondar creen que el conflicto va para largo y comparan a Putin con Hitler
Un camión con 25.000 kilos de comida y material sanitario sale desde Córdoba a la frontera de Polonia
El viaje de 3.600 kilómetros de Nina y de su familia desde Ucrania a Córdoba en un Skoda Octavia

SON amigos desde 2003 , cuando ella llegó a Córdoba desde Ucrania y él llevaba ya aquí siete años y empezaron a coincidir en la misma tienda de alimentación de Santa María de Trasierra . En su relación se ha cruzado la guerra pero sus afectos no se han resentido, sino que hasta se han estrechado porque ambos se sienten víctimas de una situación indeseable y que está causado mucho sufrimiento.
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Zarik Kurkchyan y Oksana Nondar toman café en la plaza de Las Tendillas con el gesto serio, sobre todo él, nacido en San Petesburgo hace 54 años y contrabajo de la Orquesta de Córdoba , de la que también forma parte su mujer, Larisa , que es pianista. «Claro que estoy en contra de la invasión de Ucrania , es un disparate, una barbaridad que tiene que ver sobre todo con una cuestión personal de Putin , y no con la política o con la geopolítica : Rusia siempre ha mirado a Ucrania como su hermano menor, y piensa que no puede tolerar que se integre en la Unión Europea y mucho menos en la OTAN , porque considera que es parte de su territorio», comenta él. Interviene ella, que tiene 51 años y que es auxiliar de Enfermería : « Putin se comporta como si fuera Hitler , que estaba contra los judíos, cuando él la ha tomado ahora con los ucranianos», sostiene la mujer.
«Putin se comporta como Hitler», afirma la mujer
Oksana está a la espera de recibir en su casa a su sobrina, a su marido y a su hijo, a la abuela, que viven en Kiev . «Ellos quieren venirse para estar seguros, pero no saben cuándo van a poder salir del país ni cuánto tiempo podrán quedarse en España . Todo está en el aire en estos momentos», relata la mujer, cuyo hermano es militar en la reserva y que se encuentra en puertas de que lo movilicen. «Ves lo que está pasando y te parece increíble, porque aquí nadie lo vio venir. Parecía que todo se iba a quedar en un susto. Y mi ciudad vive bajo las bombas», añade en referencia a Akhtyrica , su población natal.
«Es evidente que va a haber rechazo a la población rursa», asegura el músico
Oksana descuelga el teléfono con frecuencia desde que comenzó la contienda para saber cómo están sus familiares . «Ellos no quieren hablar mucho de lo que están pasado, para tranquilizarnos. Nos dicen que estemos tranquilos y desvían la conversación hacia otro tema», explica y cita a continuación a su hermana, que no se ha planteado salir del país porque su marido, enfermo de una pierna, se encuentra impedido.

Zarik la escucha y le entristece también lo que está sufriendo y va a sufrir el pueblo ruso con las sanciones económicas y con la estigmatización en muchos puntos del planeta. «Sí, es evidente que va a haber rechazo. Sé de gente que ha tenido problemas:un pianista ruso afincado en Reino Unido ha visto cómo se cancelaba su participación en un festival internacional, y luego hay cosas que rozan el absurdo, como quitar de los repertorios de los conciertos las composiciones de Chaikovski ...», lamenta el músico. «Si hablas con familiares de Rusia te dicen que allí no pueden citar la guerra , porque la orden es que se trata de una ‘operación especial’». Ambos coinciden en que desde la distancia pueden hacer muy poco: «Miramos lo que ocurre con impotencia, y lo que nos tememos es que el conflicto vaya para largo», estiman.