Guerra Rusia- Ucrania
Línea directa por carretera entre Córdoba y Ucrania para aprender a decir «amigo» en español
La empresa de transporte Pérez Cubero parte de nuevo a Polonia tras completar con éxito su primer viaje con ucranianos
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La empresa de transporte de viajeros Pérez Cubero ha creado ya lo que puede considerarse como una línea directa entre Córdoba y Ucrania con un doble propósito. En el trayecto de ida, un autobús se desplaza con todo tipo de ayuda humanitaria entregada por los cordobeses o plataformas de las provincias vecinas; a la vuelta, traen a un refugio seguro a los ucranianos que huyen de la guerra.
La semana pasada partió el segundo trayecto semanal de la compañía con uno de sus gerentes, Nicolás Pérez , a bordo. Su intención era ayudar a mejorar la logística del transporte, para lo que debía conocer 'in situ' las circunstancias del entorno.
Con aquel convoy ya en buen puerto, Pérez Cubero no ha tardado nada en lanzar un tercer viaje, y pretende seguir con la línea mientras siga haciendo falta. En la tarde de este martes saldrá de nuevo un autobús camino de la frontera entre Polonia y Ucrania, según ha confirmado a ABC el gerente.
Pérez ha podido ver por sí mismo las condiciones en que llegan los refugiados, medio centenar en este viaje: «Siempre hay incidencias porque venían niños deshidratados , niños desnutridos y hasta gente con vómitos en cuanto comen algo. Es lo que pasa cuando llevas mucho tiempo sin comer».
Por suerte, la expedición iba bien equipada. Junto a los dos conductores de Pérez Cubero viajaban seis bomberos de Marbella con un coche de apoyo y una enfermera, que se ha encargado de atender a quien lo necesitaba. La profesional sanitaria tuvo que intervenir incluso en un aborto que sufrió una joven que no avisó de que viajaba embarazada.
Nicaolás Pérez recuerda emocionado el trato con un niño de 5 años que pasó casi todo el viaje en silencio. Después de varios regalos y de muchas carantoñas, al final este empresario logró sacarle una sonrisa. «Me costó 2.000 kilómetros hacer que se riera e intercambiara alguna palabra», rememora. Esa palabra fue «amigo» , lo primero que el pequeño ucraniano aprendió en español.
«Viene gente con vómitos en cuanto comen algo. Es lo que pasa cuando llevas mucho tiempo sin comer»
Nicolás Pérez
Gerente de Pérez Cubero
El recorrido de vuelta con los refugiados se ha realizado en dos etapas muy largas de más de 1.500 kilómetros cada una. La primera partió desde Varsovia y llegó hasta Beaune, una ciudad al norte de Lyon y cerca de la frontera suiza. La segunda abarcó del tirón hasta Córdoba. Por el camino se fueron quedadon algunos refugiados en Barcelona o Valencia hasta llegar a Marbella, de donde partirán hacia otras provincias andaluzas con familias de acogida .
Un viaje de estas características tiene unos costes muy elevados . Si hacer el trayecto en solitario puede suponer un gasto de unos 1.800 euros, un autobús cargado de refugiados se lleva como poco 20.000 euros , explica Nicolás Pérez. No sólo hay que pagar el combustible o los peajes, sino también tasas de entrada, aparcamientos, alojamiento y manutención para 60 personas.
Los bomberos de Marbella llevaban un fondo para estas cuestiones , también fruto de la solidaridad, con el que ir abonando los gastos. Ni los profesionales ni la empresa que aportaba el autocar han cobrado nada por su esfuerzo, más allá de los gastos inevitables.
Refugiados 'de facto'
La Subdelegación del Gobierno asegura que en los próximos días están previstos otros dos convoyes hasta la frontera con Ucrania, uno fletado por Agricultores por Ucrania y otro por la Fundación Cinco Caballeros, que traerán en torno a un centenar de ucranianos.
Además, en la provincia de Córdoba ya hay 78 personas de esa nacionalidad que se han cogido al decreto de protección temporal aprobado por el Gobierno, que en la práctica supone su reconocimiento como refugiado aunque sólo durante un año.
Antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, en Córdoba ya existía una pequeña comunidad de inmigrantes de ese país formada por unas 500 personas . Desde entonces han llegado al menos otros 180 según la Subdelegación del Gobierno, aunque podrían ser muchos más debido a los viajes gestionados por particulares o asociaciones.
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