CORONAVIRUS EN CÓRDOBA

La Gran Gripe que sacudió Córdoba en 1918

El gobernador llegó a plasmar en un bando su enfado con la actitud de la población, conminando a la vacunación obligatoria

Imagen de una vacunación contra la Gran Gripe ABC

Félix Ruiz Cardador

La gripe más letal nunca conocida ha pasado a los libros de Historia como la gripe española escribiendo así un capítulo más de la profusa leyenda negra del país. Muy por encima, hasta el momento, del coronavirus y sus números. Como en tantos otros casos, la atribución nace de un error, pues en realidad el virus no comenzó en España sino en Estados Unido s . El contexto de su aparición era el de la I Guerra Mundial, en la primavera de 1918, y eso provocó que en muchos países se silenciasen sus efectos para mantener alta la moral de la tropa y para no dar información al enemigo. En aquella España de la Restauración, por ser neutral en el conflicto, grandes rotativos como ABC sí que se tomaron en serio esta crisis sanitaria, lo que provocó que se pensase que el origen de este virus estaba en España.

La infección quedó a su vez reflejada en la prensa cordobesa. Hizo aparición a principios de junio y muy pronto fue ocupando portadas en el hoy extinto «Diario de Córdoba» , la principal publicación periódica provincial del momento. También aquí se trató de matizar su capacidad mortal , aunque el paso de los meses dio lugar, según se sabe ahora, a la que cepa se volviese más destructiva. No quedó otra que endurecer las advertencias, y así se observa en los bandos del representante del Gobierno en la provincia . Un siglo hace ahora de aquellos sucesos de la España de Antonio Maura, de ese otoño de 1918 en el que la Gran Gripe actuó por el Sur español con mayor crudeza .

Los datos estadísticos de esta pandemia son hoy conocidos. Lo habitual es cifrar entre 50 y 100 millones de fallecidos en el mundo, con en torno a 15% de mortalidad entre los afectados y con unas 200.000 víctimas en España . En nuestro país, enfermó el propio Rey, Alfonso XIII , que logró sanar.

El análisis de los efectos que provocó la pandemia en Córdoba es difuso, pero el estudio «Mortandad en la Córdoba de la Restauración », de los profesores de la UCO Carmen Ruiz y Antonio García del Moral, ofrece algunas claves.

Imagen de las mascarillas con las que se intentaba evitar la propagación de la Gran Gripe ABC

Los investigadores, con datos del Registro Civil, colocan l os años 18 y 19 como una de las etapas de crisis de mortandad del periodo y explican que las primeras muertes tuvieron lugar en la primavera del 18, con 47 defunciones certificadas . La oleada más intensa llegó sin embargo en otoño, con casi 70 decesos , aunque existen dudas sobre estas cifras.

Se sospecha por ello que muchas de las muertes quedaron registradas por otros motivos en lo que podrían ser errores de diagnóstico o atribuciones de la defunción a las patologías primarias de los enfermos crónicos que se contagiaban. Esto explica por ejemplo que las muertes por enfermedades del aparato respiratorio creciesen un 88% en 1918, mientras que las atribuidas a problemas cardíacos lo hicieron en un 20%.

Preocupación en aumento

De lo que no hay duda es de que la provincia fue viviendo con preocupación creciente los contagios . Los diarios también hicieron en esos días labor pedagógica con advertencias y consejos. Córdoba apareció a su vez en los partes diarios de infectados que publicaba ABC en los momentos más graves de la crisis sanitaria.

El contagio fue remitiendo al fin conforme avanzaba 1919 , aunque el miedo quedó en el ambiente. Muestra de ello es el bando que emitió el gobernador civil de Córdoba desde inicios de ese año y en el que, claramente molesto con la actitud de la población , conminaba a vacunarse de manera obligatoria. Advertía además de duras medidas de supervisión. Se prohibía cobrar por ejemplo la nómina a todo funcionario que no atestiguase que su «familia y sirvientes estaban vacunados y revacunados» e igualmente se exhortaba a los empresarios a no contratar a nadie que no presentase certificado de vacunación.

Se prohibía la circulación por toda carretera y camino a los no vacunados , avisando de que serían destinados y conducidos al pueblo más próximo. Tan estrictas medidas, según el gobernador, se tomaban para luchar «contra la desidia que los cordobeses mostraron ante la profilaxis de esta enfermedad».

A día de hoy, el virus de aquella gripe ya está secuenciado y bautizado bajo el nombre de N1H1. Se considera actualmente que no es mucho más violento que otros, sino que en su expansión influyeron las carestías provocadas por la I Guerra Mundial, con la que siempre estuvo hermanada la enfermedad.

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