OPINIÓN
Gibraltar español
España no puede dejar pasar la oportunidad de reivindicar la soberanía nacional con motivo de las negociaciones del Brexit
Sorprende enormemente que un asunto como el de la soberanía de Gibraltar pase con indiferencia o, como mucho de puntillas , delante de la mayoría de los afectados que, en realidad, somos todos los españoles, por unas u otras razones. Ni al Gobierno central , ni a la Comunidad Autónoma de Andalucía -donde se asienta el Peñón-, ni a la zona próxima - Campo de Gibraltar -, parecen importarle ni las consecuencias económicas, ni sociales, ni ambientales, ni morales o de orgullo patrio , clamando de una vez por todas por la defensa de nuestra integridad territorial .
No pretendo contar lo ocurrido desde que los ingleses se apropiaron de parte de nuestro suelo patrio hace ahora 305 años (1713/1714-2018), por los circunstanciales y oportunistas Tratados de Utrecht-Rastatt , para convertirlo en un lugar degradado por tráficos ilegales -tabaco y juego- y una fiscalidad desleal y tramposa, que perjudica a la Hacienda española, al haberse constituido en un reducto inexpugnable para la evasión y la elusión hacendistica .
España ha venido mostrando una política desacertada y errática a lo largo de los últimos años, con negociaciones bilaterales con Reino Unido que han mostrado una cierta candidez por nuestra parte y una absoluta inamovilidad por parte de los ingleses en sus posiciones sobre la soberanía del Peñón y su negativa férrea a la descolonización . Y ello a pesar de que la Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado en reiteradas ocasiones que Gibraltar es una anacrónica colonia y se debe proceder a su desaparición, no condicionada por los deseos o la voluntad de sus actuales ocupantes - los llanitos -, si bien teniéndose en cuenta sus intereses particulares de tipo económico o patrimonial.
Pues bien, después de tantos intentos fallidos y de ilusiones patrias frustradas, se presenta ahora una ocasión única para reivindicar definitivamente la soberanía del Peñón con las negociaciones que conducen a la salida del Reino Unido de la Unión Europea -Brexit-.
Ante el asombro general, y a pesar de tener de nuestra parte a los 27 Estados Miembros de la Unión Europea -veintiocho menos Reino Unido, amén de las Naciones Unidas -, el Gobierno actual ha declarado que la reivindicación de la soberanía no forma parte de las negociaciones bilaterales hispano-británicas que se llevan a cabo actualmente en relación al tema de Gibraltar, con motivo del Brexit , como tampoco se abordarán las reclamaciones continuas sobre el uso conjunto del aeropuerto construido sobre el istmo que no fue cedido por el Tratado de Utrecht.
Con la inmejorable oportunidad que ofrece la ruptura de relaciones UE/GB prevista para el 29 de marzo próximo, España debe apostar definitivamente por la recuperación de la soberanía de Gibraltar y, de paso, esto podría hacer posible el desarrollo de la zona, de una vez por todas, a la vista de su renta de situación y de ser la encrucijada y núcleo de convergencia entre los Corredores Mediterráneo y Atlántico de la Unión Europea, que facilitaría el tráfico y transporte de mercancías de España con África, Asia y América. De una sola tocada, con una voluntad política firme y decidida, se recuperaría la soberanía y e l progreso de la comarca que hasta ahora se encuentra en franca decadencia económica y social, amén de contribuir a recuperar el sentimiento de integridad nacional y territorial, actualmente desbaratado por la anacrónica perpetuación de la colonia británica en España.