LA CERA QUE ARDE
El gasoil
En el país de Benito y Manolo SA, lo normal es guardar libros al lado del combustible
NO sé mucho del gasoil, solo que está mas caro que la gasolina y que un diesel paga más impuesto de rodaje que mi anterior Halcón Milenario, que era japonés y con catalizador. Tampoco sé si los chinos tienen algo que ver con la producción de caracoles, porque solo desde una perspectiva china con sus misterios se puede tratar de averiguar cómo hay tantos puestos de caracoles en Córdoba y con caracoles para todos ellos. O los caracoles los fabrican en China, o los chinos los crían en sus bazares, o en realidad los chinos no tienen nada que ver en todo esto y sólo fabrican titulaciones de magisterio que después venden a los asesores de campaña electoral con una goma de careta de Fidela. Es todo muy confuso y con la astenia primaveral además se vuelve más difícil de entender. Y vuelvo al gasoil.
¿Qué hacen varios bidones de gasoil en el CR7? Aquí algún avezado lector me dirá que el C3A no se llama CR7, pero después de la semana de la chilena, yo hasta reciclo en los contenedores cuando saco la basura pegando un salto para atrás. El poder de CR7 y sus chilenas con megáfonos. Retorno a la pregunta: ¿por qué hay gasoil en el sótano de Centro de Creación Contemporánea? Para calentar las instalaciones, según se desprende de la noticia que hoy quiero comentar. Hace frío en el CR7, supongo que porque está al lado del río, por la meteorología loca del mes y sobre todo, por el vacío en sí mismo del propio centro. Muchas paredes lisas que calentar. Muchas salas heladas. Muy contemporáneo todo.
Como había que meter cosas en el Centro, además de la escalera a ninguna parte de Yoko Ono, se llevaron hace unos meses material de archivo de la Filmoteca de Andalucía, porque en la Filmoteca sí hay material y hace falta menos calefacción. Para disgusto de los responsables de la Filmoteca, según leo en la noticia que publica ABC. Normal. Ellos se lo curran y CR7 mete una chilena y a vivir de los telediarios.
En el país de Benito y Manolo SA, lo más normal es que unos libros -y si son de cine, más- se guarden en cajas, junto con el patinete del niño que ahora va de botellón o los depósitos del combustible para la calefacción. Ocurre que estamos ante una de las bibliotecas sobre cine más importantes de Europa. Sí, no solo tenemos la Cata más importante de Córdoba sino que también poseemos objetos culturales muy preciados más allá del rabo de toro. Y parte de esa biblioteca se decide trasladar al C3A para relleno del mismo, por orden de los que ordenan construir «C3As» y salidas de autovía hacia el atasco del siglo. O sea, ellos y ellas. Con titulo y máster o sin ellos.
El gasoil ha salido por su querencia natural al suelo de gasolinera y ha estropeado los libros de cine -algunos ejemplares únicos, dicen- que estaban en cajas de embalar caracoles Shin-Yuan. Están analizando los daños una gente que no va a la Cata y saca su titulación de verdad y con esfuerzo.
Mientras, Córdoba, la culta, se prepara para su gran mes festivo. Una alegría.
