EMPRESA Y COOPERACIÓN
Las fundaciones se reinventan
La Asociación de Fundaciones Andaluzas (AFA) reunió ayer a las principales organizaciones de su tipo en Cajasol para dar las claves de la financiación y del diseño de iniciativas
«DINERO siempre hay si uno sabe dónde tiene que buscarlo y desde luego que está en todos sitios menos en el despacho de nuestras fundaciones».El director-gerente de la Asociación de Fundaciones Andaluzas (AFA), Juan Luis Muñoz, lanzó ayer un mensaje de ánimo a los responsables de los en torno a veinte entidades integradas en la organización que dirige y que se dieron cita en el salón de actos de la Fundación Cajasol. «Para conseguir dinero para nuestros proyectos hay que salir a la calle y darle vueltas a nuestra creatividad, por ejemplo en las redes sociales, donde se ve claramente que la gente va a por ti si lo haces bien», añadió Muñoz.
Le escuchaba atento Francisco Daroca, patrono de la Fundación Arquitectura Contemporánea, que defiende que esta disciplina encuentre el sitio que le corresponde en el mundo del arte. «Al principio tuvimos problemas para conseguir recursos pero hemos conseguido los fondos suficientes para crear el proyecto ‘Made in Spain’, mediante el cual proyectamos la arquitectura de calidad fuera de nuestras fronteras: ya hemos tenido contactos conEstados Unidos y los potenciamos con Canadá», señaló Daroca.
«Para conseguir dinero para nuestros proyectos hay que salir a la calle», dice el director de la AFA
Ana María Franco López no trabaja con los edificios. Lo suyo son las personas. Las que están en una situación comprometida y, además, son niños. «Hace cuatro años fundamos en Lucena Acuarela de Barrios, destinada a personas de corta edad que se encuentran en riesgo de exclusión social y con las que trabajamos en el desarrollo de actividades deportivas y en el apoyo académico», informó la joven. Con unos beneficiarios que rondan los treinta y cinco niños, esta fundación ha logrado dar «un paso hacia la profesionalización» gracias a la mejora de las líneas de financiación.
De personas sabe mucho Antonio Fragero, presidente de Proyecto Hombre Sevilla, que centró su exposición en la importancia del trabajo en equipo. «Las fundaciones no son una persona, sino un grupo de personas y en la labor de todas ellas se basa la profesionalización de las mismas: eso es lo más importante de todo», sostuvo, para recalcar a continuación que «nunca hay que perder de vista quiénes son nuestros beneficiarios y, además, que copiar lo bueno que hacen los demás no es malo, sino todo lo contrario».
«Magtel es una compañía, cuyo fin es ganar dinero, pero hay muchas maneras de hacerlo», afirma su fundación
Si algo quedó claro en las intervenciones de los asistentes al acto de la AFA fue que el negocio de las empresas y el fin filantrópico de las fundaciones que actúan en paralelo no tienen por qué ser contradictorio. Valgan dos casos. El de Magtel, para empezar. Con sede en el polígono industrial de Las Quemadas y dedicada a la innovación y a la tecnología, ha puesto marcha proyectos de cooperación en los países en los que tiene abiertas líneas de expansión empresarial, como son Portugal, Marruecos, Paraguay y Perú. El director de esta fundación, Adrián Fernández, explicó que «la firma pone a disposición de los territorios en los que opera servicios a favor de la cooperación, de los discapacitados y de la promoción cultural». «Magtel es una compañía cuyo fin es ganar dinero pero hay muchas maneras de hacerlo», defendió Fernández.
Otro ejemplo de este mismo tipo es la Fundación La Arruzafa. Su director, Rafael Agüera, informó de que «nuestra fundación nació en el año 2005 en el seno de nuestro hospital oftalmológico y con la vocación de ayudar a las personas que más lo necesitan». Esta división de La Arruzafa ha desembolsado en lo que lleva de vida 856.000 euros en proyectos impulsados en África y en Filipinas. La formación, la investigación y la cooperación social son sus claves, que reconoce al Banco de Ojos como su «niña bonita».