Fuente Carreteros danza al ritmo de los locos

Los pueblos son lo que son por sus costumbres y por sus raíces . Los primeros no serían nada sin lo segundo y lo segundo no tendría sentido sin lo primero. Crecen, avanzan y evolucionan prácticamente de la mano y aunque con el paso del tiempo tienden a deteriorarse, en algunos lugares, aun quedan tradiciones que han perdurado en el tiempo y que han permanecido puras por mucho que los años hayan avanzado.

En Fuente Carreteros, que se están estrenando en aquello de presumir ser pueblo, presumen de una tradición intacta que es tan anciana como los primeros orígenes del municipio y que un grupo de vecinos recuperaron en 1982 tras caer en el olvido en la década de los 60. El baile de los locos y la Danza del Oso es una tradición de carácter colono originaria en todos los pueblos de la colonización y que se fue perdiendo en el resto de los lugares.

Se representa en la plaza del pueblo cada 28 de diciembre y tiene fundamento cristiano. Representa la protección por parte de los danzantes -en representación de la figura de las madres- a la loquilla, quien representa a los niños- con el objetivo de salvarle de las manos del rey Herodes , quien ordenó matar a todos los niños inocentes tras recibir el aviso de que había nacido el mesías.

Los danzantes visten con las mismas ropas que lo hacían sus ancestros, la tradición se traspasa de padres a hijos y los pasos se ensayan durante meses. Desde bien temprano el Ayuntamiento de Fuente Carreteros se convierte en el camerino. A ritmo de pestiño y anís, las lugareñas ayudan a los más jóvenes a transformarse en locos. Les visten con cariño y cuidado entre anécdotas de cómo eran en sus tiempos y por suerte, lo poco que ha variado la tradición hasta entonces.

Fuente Carreteros presume, además, de ser el único pueblo en el que queda vigente también la tradición de la Danza del Oso , segunda parte de la tradición y del baile. El baile del Oso tiene una simbología vinculada a lo agrario y lo religioso también. Se representaba para espantar a los malos augurios, para que dejen paso a un año fructífero y lleno de trabajo. Cada azote dado al oso busca la marcha de esos malos augurios . Además, los escopeteros se encargan de cerrar cada paso de baile, con disparos al cielo, siendo este el momento más complejo de todo el acto.

El baile ha sido tradicionalmente bailado por hombres aunque se pretende que para el futuro también empiecen a participar mujeres. Por el momento, solo el puesto de banderillero es ocupado por una mujer. La música también se mantiene intacta. Las castañuelas redoblan al ritmo de los pasos mientras las guitarras acompañan.

La plaza se rodeó de alrededor de 500 personas , las cuales asistieron a los escopetazos iniciales. El primer baile estuvo dedicado, como marca la tradición, a la Virgen de Guadalupe , patrona de la localidad, en la misma puerta de la iglesia. A partir de ahí, las seis locas danzaban alrededor de la loquilla, con diversos cruces y pasos al ritmo que marcaban las carrasquillas y la guitarra. Los escopeteros, que eran seis, marcaban con la pólvora , el inicio y el final de cada pase.

Tras el baile en la plaza, los locos se trasladaron hasta dos casas particulares, donde también mostraron respeto y danzaron ante personas mayores que ya no pueden asistir a la plaza. Mientras tanto, el oso siguió haciendo sus fechorías entreteniendo a los niños asistentes a Fuente Carreteros , que sumó un año más bailando al ritmo de los locos.