CULTURA
Francisco Sánchez Zamorano, un magistrado con vocación literaria y poética
El presidente de la Audiencia Provincial regresa al verso con su libro «Luz furtiva»
«¡Soledad y silencio!/La luna sobre su cénit descubre/ el ensalmo nocturno de tibias madrugadas/ cuando Córdoba sigue en soledad,/ en esa soledad que la torna única/ bajo su eterno enigma de torres y palacios olvidados». De esta forma arranca el poema «Puente Romano» como uno de los 25 títulos que se enmarcan en el libro «Luz furtiva» del magistrado y literato Francisco de Paula Sánchez Zamorano .
El presidente de la Audiencia Provincial de Córdoba vuelve así a la poesía del «Tiempo detenido», que lanzó en los años 90. Zamorano describe esta primera obra como una serie de romances y romancillos de vivencias de un niño, -él mismo- hijo de maestro, en los campos de la Subbética. Presentó este miércoles su nuevo poemario, publicado por la editorial Ánfora Nova , en el Rectorado de la Universidad de Córdoba , con una cuidada edición que incluye serigrafiados del artista Luis Manuel García . En esta obra este jurista hace una oda al amor.
Córdoba siempre es recurrente por su monumentalidad para poder componer estos poemas de amor, asegura. «Cada vez que pasas por la Judería descubres algo», comenta en declaraciones a ABC, este magistrado. Este poemario es una reflexión sobre el amor, entre hombre y mujer, aunque entiende que haya otras formas de amor. La mitología está imbricada en cada uno de estos versos. El mar también se adentra en su poesía pese a reconocer que es un hombre de tierra adentro . Este jurista entiende que «corren malos tiempos para la lírica»: «Se lee poco; todo es a la carrera; todo es mal escrito en whatsapp; todo es rápido y también se olvida rápido sin tiempo para la reflexión», lamenta.
«La poesía se puede escribir en un fogonazo, pero la literatura necesita de más reflexión»
Para Sánchez Zamorano ,«la poesía se puede escribir en un fogonazo en una noche oscura pero la literatura ya necesita de más reflexión». La literatura es subjetiva, aclara pero mucho más lo es la poesía. Con ella imaginas mundos, paisajes que no tienen por qué coincidir con la del autor. Habla en alguno de sus poemas bajo el título «Amor imposible» , de la diosa Artemisa y el cazador Acteón recreando los bosques griegos sustituyéndolos por las alamedas de los sotos de la Albolafia de Córdoba en una ciudad nocturna. En este caso, en lugar de convertir a Acteón en un ciervo, lo maldice con el hecho de que nunca pueda disfrutar de la desnudez de Artemisa.
«El amor mito es una reflexión sobre la intensidad del amor . Cuando mutuamente uno se construye un mito con el otro y viceversa es cuando adquiere la calidad de sublime», añade. El amor a propósito de la leyenda de Medina Azahara también aparece en este poemario del escritor ruteño.
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