Pretérito Imperfecto

Veinte años... y esperando

Dos décadas después de la fábula del Palacio del Sur y los caros remiendos del Parque Joyero y Torrijos, seguimos esperando

Rem Koolhaas, Rosa Aguilar y José Mellado, en octubre de 2001, tras la firma del contrato del Palacio del Sur Ruiz de Almodóvar
Francisco Poyato

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En unos días se cumplirán veinte años de la firma del contrato por el Ayuntamiento de Córdoba y el arquitecto holandés Rem Koolhaas para la construcción del que dio en llamar Palacio del Sur . Un triste jirón de nuestra reciente historia y una certera metáfora de lo que sigue siendo esta ciudad cuando se enfrenta a determinadas empresas que parecen siempre quedarle demasiado grandes sin medir la proporción idónea de lo verdaderamente necesario: el turismo de congresos.

Aquella fanfarria de fuegos, artificios y euros tirados a la basura (más de diez millones enterrados en el solar de Miraflores) se fue diluyendo en el tiempo para quedar, siquiera, en el aroma de la pólvora ajena gastada. El icono arquitectónico fue menguando. Como su precio y sus postores, que pronto huyeron al tocar en la puerta la crisis financiera . Y el remedio público acabó en la mesa barata de tahures, donde las promesas se las llevó el viento sin una mala primera piedra que tragarse.

Diez años después de aquella foto del cogobierno de progreso de Rosa Aguilar y José Mellado , nació un nuevo invento para tapar las vergüenzas palaciegas de la nada e intentar resolver lo necesario. José Antonio Nieto buscó un remedio de segunda mano en tiempos recios que libraba a CajaSur de un auténtico activo tóxico: el majestuoso pabellón del Parque Joyero que Miguel Castillejo alumbró en la época de vacas gordas.

Socialistas y comunistas, en otro gobierno de progreso, en pleno escozor por la pérdida de control de la vieja caja eclesiástica, decidieron contraprogramar desde la Junta de Andalucía con una especie de ‘lifting’ del centro de congresos de la calle Torrijos devolviendo el interés público a la misma mesa de juego político y triquiñuelas. Año 2013: ni Palacio del Sur, ni pabellón del Parque Joyero ni siquiera Torrijos abierto. Años duros de la crisis económica, pero dura competencia para ver quien llegaba antes a la meta.

Vimos arrancar las obras frente al a Mezquita-Catedral. Vimos adjudicar la reforma del recinto expositivo... Vimos como los salones de los hoteles y el Real Círculo de la Amistad hacían las veces de centros de convenciones. Y también vimos como cada año se repetía la misma literatura oficial: Córdoba, ciudad de congresos . Y acabamos viendo como las dos empresas que operaban en ambos emplazamientos quebraron y cercenaron las nuevas expectativas creadas. Habían pasado ya más de 15 años de la fábula del holandés errante y el cogobierno de las mil y una noches.

Hoy, año 2021, segunda crisis económica por la pandemia , apenas un auditorio vacío y unas obras en el Parque Joyero que avanzan hacia su final. Un sector retenido por el Covid y deberes tan cruciales por hacer como quién y de qué manera se gestionará el espacio municipal, cuando tal vez ya deberíamos estar apalabrando el contenido del que hoy llaman Centro de Ferias y Convenciones , a la espera de que se rematen los trabajos en Torrijos. Veinte años... y esperando.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación